Miguel Ángel López, de salir por la puerta de atrás del Astana, a ganar la Vuelta a San Juan

Este domingo, Miguel Ángel López le ratificó al mundo que está más vigente que nunca. 'Supermán' se consagró en la edición 39 de la Vuelta a San Juan, a 48 días de que el Astana Qazaqstan Team le rescindiera inesperadamente su contrato.

El 12 de diciembre del 2022, la formación kazaja notificó públicamente la expulsión del boyacense se su formación, pues "descubrió nuevos elementos que muestran la probable conexión de Miguel Ángel López con el Dr. Marcos Maynar. En consecuencia, el equipo no tuvo otra solución que rescindir el contrato entre equipo y corredor, basado en incumplimientos de dicho contrato y las normas internas del equipo, con efecto inmediato”.

Este comunicado dejó mal parado a López Moreno. Los equipos World Tour no quisieron verse involucrados con esta engorrosa acusación, que, a día de hoy, sigue sin ser respaldada por las autoridades competentes. Además, la salida del corredor colombiano, de 28 años, se dio en un momento inoportuno, pues las escuadras estaban cerrando sus plantillas, otra situación que complicó su potencial fichaje por una formación de primer nivel.

El pedalista nacido en Pesca estuvo 31 días en un limbo deportivo, padeciendo la incertidumbre que esto conlleva. López recibió un trato injustificado por un equipo que consideró como su "casa" y en el que logró sus mayores glorias en el deporte de las bielas: tercer puesto en el Giro de Italia y la Vuelta a España 2018. Con los kazajos ganó la que es hasta ahora su única fracción en el Tour de Francia, así como dos clasificaciones de los jóvenes en la ronda italiana (2018 y 2019) y una en la española (2017).

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Para su fortuna, Julián Velásquez le extendió la mano y le ofreció un puesto en el Team Medellín. López tomó esta oportunidad, la cual le permitió acercarse a sus familiares instalados en territorio colombiano. El 'escarabajo' supo que con este acuerdo esfumó sus chances de participar en las Grandes Vueltas, pero encontró un equipo que lo acogió de gran manera y que le dio la chance de seguir compitiendo.

Sus triunfos no se hicieron esperar. Ganó la primera edición de la Clásica de Villeta, una carrera que lo acercó al público nacional, a sus paisajes y sus vías. Después viajó a Argentina para disputar la Vuelta a San Juan, la carrera más importante de Latinoamérica.

López entendió que esta prueba era la oportunidad 'de oro' para hacerse notar y demostrarle a los equipos europeos que sigue siendo uno de los mejores pedalistas del mundo. En la etapa reina dio una exhibición, dejó 'regados' a sus rivales (Remco Evenepoel, Filippo Ganna, Sergio Higuita, entre otros), le arrebató el 'maillot' de líder a su compatriota Fernando Gaviria y defendió su liderato hasta la última fracción.

Volvió a ganar una carrera después de un año y medio, pues su último título lo había conseguido en la tercera edición del Mont Ventoux Dénivelé Challenge. Ahora viajará a Bucaramanga para disputar los Nacionales de Ruta e intentar hacerse con la camiseta amarilla, azul y roja. Después de competir en la capital santandereana, planificará sus próximas carreras con la formación antioqueña, la institución que posibilitó el resurgimiento de una de las grandes fuerzas del ciclismo mundial.