Mathieu van der Poel quiere hacer historia en el Mundial de ciclismo: ¡Un triplete arcoíris!

Tom Pidcock y Mathieu van der Poel parten el sábado al asalto de la corona del rey suizo del ciclismo de montaña (MTB) Nino Schurter, en los Mundiales de Escocia, donde el neerlandés podría conseguir un inédito tercer maillot arcoíris tras proclamarse campeón del mundo de ciclismo en ruta y en ciclocrós.En caso de lograrlo, se convertiría en el primer corredor de la historia en ostentar estos tres títulos de campeón del mundo al mismo tiempo.En medio de los bosques de Glentress, a unas decenas de kilómetros al sur de Edimburgo, un duelo espectacular se perfila entre los tres ases de la especialidad por el trono del MTB a un año de los Juegos Olímpicos de París.El veterano Nino Schurter, de 37 años y diez veces campeón del mundo, pone en juego su maillot arcoíris. Y el corredor helvético, autor de su 37ª victoria en Copa del Mundo a comienzos de julio en Val di Sole (Italia) -un récord-, parece dispuesto a no ceder el título."Schurter sigue estando ahí. Es la leyenda de nuestro deporte. Técnicamente y tácticamente sigue siendo el mejor", analiza el entrenador del equipo de Francia Yvan Clolus.Pero no lo tendrá fácil ante dos estrellas del pelotón internacional. Comenzando por Mathieu van der Poel, campeón del mundo de ciclocrós en febrero y en ruta el domingo pasado en Glasgow.El neerlandés, que llega sin preparación específica, asegura no tener "ninguna expectativa" en relación al título y afirma que se centra en primer lugar en los puntos a sumar para la clasificación olímpica.Pero su fuerza y su talento son de tal envergadura que no se puede descartar nada.La otra estrella del ciclismo en ruta, Tom Pidcock, llega con la clara vitola de favorito junto a Schurter. El británico, campeón olímpico en Tokio y tercero en short-track el jueves, se reservó para la cita al no competir en la prueba en ruta.Pidcock tendrá además la motivación de la revancha. El año pasado en Les Gets era favorito para un segundo título mundial. Pero la experiencia de Schurter y de los especialistas de la disciplina les dejaron a pies del podio.