El ciclista británico confesó que sufrió más de la cuenta en una etapa de montaña, pero sus rivales no aprovecharon para derrotarlo.
“Traté de engañar a los rivales luciendo fuerte, pero me sentía terrible en el último tramo del Peyresourde. Es como si algo se hubiese apagado. De sentirme bien pasé, de repente, a estar vacío. Me sentí mareado y débil de piernas. Cada pedalada me dolía”, declaró el cuatro veces campeón del Tour de Francia en entrevista con ‘The Sunday Times’.
Froome sabe que su “error no fue ese día, veníamos de dos jornadas planas y comí menos de lo que debía. Eso tuvo su efecto cuando en la montaña si comí mucho. En cada Tour aprendes lecciones y eso es lo importante para mí. De Peyragudes a Paris no dejé de comer y terminé la carrera con 1.5 kg extra que en la salida", sentenció.