Resiliencia, esa es una de las palabras claves para la vida y por supuesto para el deporte.Juan Sebastián Molano la aplicó a la perfección y este martes vio el fruto de ello, tras ganar la etapa 1 de la Vuelta a Burgos. En marzo pasado el colombiano sufrió un grave accidente en Bélgica que lo marginó de las carreteras. ¡La fórmula es no rendirse!
"Desafortunadamente Juan Sebastián Molano será descartado de la clásica Gente Wevelgen después de haber sufrido numerosas lesiones en un accidente de entrenamiento en Bélgica. Entre sus lesiones, Molano sufrió una conmoción cerebral y una fractura en un dedo del pie que lo mantendrá al margen durante algunas semanas", con ese corto y sorprendente comunicado, el UAE anunció lo ocurrido con el colombiano, meses atrás.
En un principio no se conocieron muchos detalles al respecto, pero posteriormente un vídeo confirmó que chocó con un carro. Antes de este percance, la última carrera de Molano había sido el 22 de marzo en la Clásica Brugge de Panne, en Bélgica.
A partir de allí, estuvo dos meses recuperándose y por supuesto sin competir. Su reaparición se dio en junio, en el Tour de Eslovenia, pero terminó abandonando en la cuarta jornada.
Publicidad
De ahí en adelante corrió carreras de menor calibre como la Vuelta a Castillo y León, en cual culminó en la casilla 109, y el World Championships ME - Road Race (WC), competencia que no pudo terminar.
Por lo tanto, el panorama se planteaba oscuro, puesto que no hay duda de que el accidente lo mermó y afectó. Pese a eso, el UAE ha demostrado que confía plenamente en sus condiciones y decidió alinearlo en la formación de la Vuelta a Burgos.
Publicidad
Si bien Adam Yates y George Bennett aparecen como los dos líderes de cara a esta carrera, el colombiano fue llevado para disputar los embalajes. En apenas la primera jornada, Molano respondió con creces, pues se ubicó de buena manera en los metros finales y ganó al esprint de manera contundente. La ventaja no fue mucha, pero si lo suficiente para alzar los brazos y celebrar a rabiar luego de meses difíciles.
La última victoria de Molano se había dado el pasado 16 de marzo en el Grand Prix de Denain. Dicho esto, el ciclista estuvo a casi cinco meses exactos de no conocer el triunfo. Por eso, al final de esta primera etapa en Burgos, era inevitable que aparecieran las lágrimas de desahogo y también de felicidad.