El holandés Fabio Jakobsen fue el más fuerte en el esprint del campeonato de Europa de ciclismo en ruta y con su victoria en la Odeonsplatz de Múnich puso término este domingo a una racha de cuatro títulos continentales para Italia.
El corredor del Quick-Step hizo honor al apelativo coloquial de su equipo, la "manada de lobos" al surgir poderoso en los últimos metros para alzarse con el triunfo, batiendo al otro favorito, el francés Arnaud Demare, y al belga Tim Berlier, mientras que Italia hubo de conformarse con el séptimo puesto de Elia Viviani.
España, sin su mejor esprinter, Iván García Cortina, que se cayó a 3.5 km del final, obtuvo un noveno puesto con Jon Aberasturi.
Con un recorrido sin grandes dificultades montañosas, propicio para una llegada masiva, la séptima edición de los Europeos en ruta comenzó en Murnau a las 10.15 para cubrir un trayecto de 209,4 km pasando por lagos y montañas de Baviera antes de terminar en el circuito urbano de Múnich.
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La escapada del día se formó en el primer km. Apenas se dio la salida lanzada, el suizo Silvan Dillier y el austríaco Lukas Pöstlberger emprendieron, con el consentimiento del pelotón, la aventura. Por detrás, del pelotón tiraban los españoles para estabilizar la diferencia de los fugados en torno a los 3 minutos.
El equipo de Italia, que había ganado los cuatro ediciones anteriores por medio de Matteo Trentin, Elia Viviani, Giacomo Nizzolo y Sonny Colbrelli, adoptaba una actitud pasiva en la primera mitad de la carrera. Francia y Alemania, con grandes esprinters en sus filas (Arnaud Demare y Pascal Ackermann, respectivamente), asumieron mayores responsabilidades en el pelotón.
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A 120 km de meta, la zona de tres repechos (el más duro, con un desnivel de hasta un 18 por ciento) fue aprovechada por Trentin para sacudir el árbol del pelotón, pero la cota era demasiado corta para hacer daño y el grupo se recompuso.
El equipo italiano prodigó ataques en busca de un corte que no se produjo, y luego se puso a cola del pelotón reservando fuerzas a la espera de su momento.
Alemania sufrió un duro golpe con la caída de su mejor esprinter, Ackermann, que a 44 km de la meta, ya en el circuito urbano, tocó la valla metálica, se fue al suelo y tuvo que abandonar la carrera.
La aventura de Dillier y Pöstlberger se prolongó durante 185 km. La pareja fue atrapada por el pelotón a 24 de meta.
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Los 20 últimos kilómetros fueron una lucha constante de los equipos para llevar bien colocados a sus mejores velocistas. A falta de buenos colocadores españoles, García Cortina intentó situarse a rebufo de los alemanes, pero sufrió una caída a 3,5 km de meta.
Francia, con siete corredores, controló la punta del grupo al entrar en la última vuelta (de 13 km), pero luego se sumaron a la pelea Países Bajos, Italia, Bélgica y Alemania en busca de colocación.
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Italia montó una máquina potente al rodear la Puerta de la Victoria para enfilar el último kilómetro pero sus unidades se fueron agotando y en los últimos metros surgió incontenible el neerlandés Jakobsen.