No desaprovechó Groves la oportunidad de igualar el triplete al retirado Van Aert, y el ciclista aussi nacido en Gympie hace 25 años alzó los brazos en Santander de manera clara y contundente. Celebró su séptima victoria en la Vuelta con un tiempo de 3h.32.14, a una media de 40 km/hora, superando por velocidad al checo Pavel Bittner (DSM) y al belga Bito Braet (Intermarché).
El español Pau Miquel (Kern Pharma) logró su cuarto top 5 con la cuarta plaza en la capital cántabra, mientras que los favoritos entraron a buen recaudo sin cambios en la general.
Salvó un día más la roja Ben O'Connor, en una jornada lluviosa, feliz para los australianos, con triunfo de etapa y liderato. Hubo tregua entre los hombres de la general. Una transición con el líder del Decathlon al mando por undécimo día consecutivo.
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En espera de las batallas del fin de semana, O'Connor tratará de defender "con determinación" 5 segundos de ventaja sobre Primoz Roglic y 1.25 minutos respecto a Enric Mas. El ecuatoriano Richard Carapaz es cuarto a 1.46, Mikel Landa quinto a 2.18 y Carlos Rodríguez séptimo a 3.53.
"Defenderé el maillot rojo todo lo que pueda durante unos días más. Esta Vuelta marcará un hito en mi carrera, ha sido especial mantener la roja todos estos días, un momento especial", dijo el todavía líder de la Vuelta.
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Jornada de fuga permitida, aroma de esprint
Jornada de transición con la inédita salida de Arnuero, pueblo costero cántabro donde resalta una escultura en honor de Juan del Castillo, arquitecto nacido en esta localidad, autor de obras Patrimonio de la Humanidad, una de ellas el Monasterio de los Jerónimos en Lisboa, monumento testigo de la salida oficial de la Vuelta 2024.
En espera de un fin de semana explosivo, la etapa tenía el guión marcado de lucha entre los rebeldes en busca de una fuga y los esprinters, ante su última ocasión antes de las batallas de montaña y la crono final de Madrid.
Para empezar lluvia, todo el mundo con el chubasquero puesto. Se animaron a la escapada desde el km 2 Xabier Isasa (Euskaltel Euskadi), Greegard (Lotto-Dstny), Thibault Guernalec (Arkéa-B&B Hotels) y Thomas Champion (Cofidis) y Xabier Isasa (Euskaltel-Euskadi).
El pelotón permitió la fuga, pero dejando claro que el cuarteto rebelde no iba a jugarse la victoria en Santander. El Alpecin trabajó en cabeza para jugar la baza de Groves al esprint. En torno a los 4 minutos, el gran grupo mantuvo a raya la avanzadilla que coronó unida el Alto de la Estranguada (2a, 5,5 km al 8.7) y el Alto del Caracol (2a, 7,2 km al 6,2).
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Alpecin prepara la pista, Groves despega hacia el triplete
La alianza del Alpecin de Groves y el DSM de Brittner sentenció al cuarteto delantero, aún con minuto y medio a 23 km de meta, al paso por Boo de Piélagos. Bajo la lluvia la jauría depredadora fue arañando tiempo hasta anular la resistencia de los aventureros algo tarde, a 2 km de la última línea, ya en las calles de Santander, ciudad que recibió la Vuelta después de 21 años.
Desenlace inmediato al esprint, con la carretera mojada, en paralelo al mar, con un pelotón reducido a 50 unidades. No faltaron los favoritos para pelear el triunfo de etapa. Alpecin tomó el mando en las proximidades con varios corredores al frente. Perfecto lanzamiemto para Groves, quien irrumpió con su maillot verde para imponer la ley del más fuerte.
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Con el triple, séptima en la Vuelta, Groves da otro paso importante para renovar un maillot verde que ya conquistó en la Vuelta 2023. Con una etapa del Giro en su palmarés, solo le falta consagrarse en el Tour. Ese será su próximo gran objetivo.
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