En un Giro de Italia en el que las escapadas están teniendo un rol protagonista, el estadounidense Brandon McNulty se impuso en la 15ª etapa este domingo en Bérgamo, donde el francés Bruno Armirail conservó la maglia rosa de líder de la general.
Es ya la octava ocasión en que una escapada llega a su fin en este Giro en sólo 15 etapas, dos de ellas contrarreloj. Un ratio muy poco habitual en una gran vuelta, donde las llegadas al esprint y la pelea entre los favoritos condenan a menudo hasta las tentativas más osadas.
Pero este año, los primeros en la clasificación general se contentan hasta ahora con un marcaje férreo y parecen dejarlo todo para la muy montañosa tercera semana, a partir del martes, y desatar allí las hostilidades.
Esa calma beneficia también por el momento a Bruno Armirail, primer francés de rosa desde Laurent Jalabert en 1999, que defendió sin demasiados problemas su túnica rosada y que lo podrá seguir admirando a lo largo de la jornada de descanso del lunes.
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Sobre el papel, la 15ª etapa no era sin embargo cómoda. Se trató de un mini Giro de Lombardía, con una sucesión de subidas y bajadas afiladas.
Pero los favoritos esperaron hasta el último repecho, en las calles de Bérgamo bañadas por el sol, para lanzar algunas escaramuzas después de un cambio de ritmo de Joao Almeida que sólo los mejores lograron aguantar.
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Pero el ritmo bajó según se acercaban a meta y Bruno Armirail rebasó la línea de meta sobre su bicicleta pintada de rosa con sólo 33 segundos de retraso sobre sus perseguidores en la general.
Ben Healy segundo en meta
Antes de una etapa de montaña que se anuncia demasiado dura para el corredor galo el martes, el líder cuenta con 1 minuto y 8 segundos de ventaja sobre el británico Geraint Thomas y de 1 minuto y 10 segundos sobre el esloveno Primoz Roglic.
"Los chicos hicieron un trabajo formidable. Pasaré el día de descanso con la maglia rosa, es fantástico", declaró el corredor del Groupama-FDJ.
Aunque Armirail reconoció que será "complicado conservar el maillot el martes".
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Por delante, McNulty, ganador el año pasado de una etapa de la París-Niza, firmó la mejor victoria de su carrera.
"Mi alegría es indescriptible. Era mi objetivo al venir aquí, pero caí enfermo después de la contrarreloj. Recuperé la forma hoy ", comentó el que fuese uno de los lugartenientes de Tadej Pogacar en montaña en el último Tour de Francia.
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El estadounidense superó al esprint al irlandés Ben Healy, gran animador de este Giro y vencedor en solitario de la 8ª etapa, y al italiano Marco Frigo.