Enric Mas sueña con vestir el 'maillot amarillo' del Tour de Francia para la temporada 2023

Enric Mas es uno de los ciclistas que más se ha destacado en los últimos años en el ciclismo internacional. En el Movistar, el hombre de 27 años se ha 'codeado' con los grandes capos del pelotón e incluso ha conseguido el podio en las carreras más importantes. Su 2022 fue un año de altibajos, con una experiencia amarga en el Tour de Francia pero con un renacer en la Vuelta a España, que ilusiona a todos los aficionados 'ibéricos'."En verano me dieron muchos palos porque no estaba en mi sitio. Luego todo cambió, y en ese cambio Eusebio Unzué fue muy importante, me llamaba cada dos días. La ayuda del grupo ha sido fundamental. Hubo un cambio de chip", fueron sus palabras en la presentación oficial de la escuadra para el 2023.Para la próxima temporada, la ambición de Mas creció y tiene un objetivo muy grande, entre 'ceja y ceja': "Desde pequeño me inculcaron las ganas de seguir trabajando. Mi objetivo para 2023 es el Tour. Este año la carrera empezará en casa (en Bilbao) y eso me da una motivación especial. Quiero vestir el maillot amarillo. Sería un sueño. Ojalá que esta nueva temporada comience como finalicé la anterior. Espero que este sea el año de mi consagración en el Tour".Recordemos que en la edición pasada de la 'Grande Boucle', el hombre del Movistar cedió tiempo importante en los descensos, debido a una gran desconfianza que sentía sobre la bicicleta. Al final se tuvo que retirar, luego de reportar positivo en COVID-19.La otra cara de la moneda la mostró en la Vuelta a España 2022, donde desde el comienzo de la carrera se vio fuerte. Estuvo en la discusión por el título junto a Remco Evenepoel y Primoz Roglic. Con el retiro del esloveno de la carrera, quedó junto a Evenepoel como los mejores de la ronda ibérica, consiguiendo un nuevo subcampeonato de La Vuelta. Incluso, en algunas de las etapas de montaña se atrevió a atacar al hombre del Quick-Step. Las cosas no quedaron ahí. En las clásicas italianas, el español siguió con la buena racha y consiguió el título del Giro dell'Emilia, venciendo a Tadej Pogacar con gran fortaleza. En Il Lombardía no pudo repetir su cometido, pero quedó en el segundo lugar, por detrás del esloveno.