El danés Jonas Vingegaard ganó la séptima etapa del Critérium del Dauphiné el sábado, en lo alto del puerto Croix-de-Fer, para consolidar su maillot amarillo de líder en la víspera de la llegada a Grenoble.
Intocable, el vencedor del último Tour de Francia se escapó a cinco kilómetros de la llegada para ganar en solitario a 2.067 metros de altitud.
El líder de la formación Jumbo-Visma cruzó la línea con cerca de cuarenta segundos de ventaja sobre el británico Adam Yates (UAE) y con más de cincuenta sobre el australiano Jay Hindley (Bora).
Los demás líderes fueron llegando a cuentagotas, con el francés David Gaudu (Groupama-FDJ) de nuevo muy por detrás, a más de tres minutos del maillot amarillo.
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Vencedor el jueves de la quinta etapa, Vingegaard dejó claro que está en forma, a tres semanas del inicio del Tour de Francia, donde será favorito para defender su corona contra Tadej Pogacar.
El danés volvió a demostrarlo el sábado, durante la gran etapa de montaña del Dauphiné que proponía tres puertos míticos encadenados, Madeleine, Mollard y Croix-de-Fer.
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Tan sólo necesitó un acelerón, a cinco kilómetros de la meta, para marcar la diferencia, después del gran trabajo de su compañero Attila Valter, logrando así su décima victoria de la temporada.
"Me sentía bien", comentó Vingegaard. "Quería esta victoria de etapa. Los chicos han hecho un gran trabajo toda la jornada".
Por detrás, nadie logró seguirlo. Yates contraatacó para buscar la segunda posición en la general, mientras que el australiano Ben O'Connor (AG2R-Citroën) salvó su posición en el podio provisional al terminar cuarto en la etapa.
Si bien parece que el Dauphiné ya está decidido, hay quien considera que la etapa del domingo es todavía más difícil con seis subidas.
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"Veremos cómo me sentiré, pienso correr de una manera más defensiva", destacó Vingegaard.
"El Dauphiné es una de las mayores carreras del mundo, sería un gran honor ganarlo. Es una carrera que siempre he soñado correr", añadió.
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El danés ha lanzado esta semana un mensaje de cara al Tour y solo Tadej Pogacar parece en condiciones de poder plantarle cara.
Pero al esloveno, que continúa recuperándose tras una lesión en la muñeca sufrida durante la Lieja-Bastoña-Lieja, podría faltarle práctica antes de la 'Grande Boucle', y nadie sabe en qué estado de forma llegará a julio.
Vingegaard, por su parte, ya está listo y espera poder sumar un título a su historial como ciclista profesional.