Chile cerró el año con una victoria ante Venezuela por la eliminatoria al Mundial 2026 que mantiene viva sus opciones de clasificar y conservó en el cargo al seleccionador de La Roja, Ricardo Gareca, pero el irregular desempeño abre una incógnita para los últimos seis partidos en 2025.
“Un triunfo no es lo que buscábamos como balance de este año, pero nos sirve para fortalecernos”, declaró Gareca al ganar por 4-2 este martes en Santiago y sumar cuatro puntos en la última doble fecha, con el empate sin goles con Perú en Lima.
Lo obtenido en ambos partidos es la única cosecha del técnico argentino tras dirigir seis encuentros de estas eliminatorias, que se reanudaron en septiembre pasado, y aunque reconoce la desventaja aspira que el panorama mejore el próximo año.
La selección chilena salió del foso de la tabla para reducir a cuatro puntos la distancia con el séptimo lugar, última plaza que da un cupo a la repesca, al colocarse novena con nueve unidades para acercarse a Bolivia que tiene 13.
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Pero en marzo de 2025, Chile retomará la lucha ante dos selecciones que han cerrado bien el 2024. Visitará a Paraguay que es sexta con 17 enteros, y luego recibirá a Ecuador que marcha tercera con 19.
En junio jugará en casa ante el líder Argentina e irá a domicilio a la altitud de El Alto ante Bolivia –un rival directo–, para finalizar las eliminatorias en septiembre de visitante ante Brasil y de local con Uruguay, ambos actualmente en puestos de clasificación directa.
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La Roja comenzó la disputa de la eliminatoria a finales de 2023 con la pesada mochila de su ausencia en los últimos dos mundiales, a los que su ‘Generación Dorada’, bicampeona de América, no logró clasificar, y le dio la tarea a otro entrenador argentino Eduardo Berizzo.
Bajo su mando, Chile inició un proceso escalonado de recambio que, junto con las lesiones de varios de sus futbolistas, hicieron que en los primeros seis partidos solo obtuvieran cinco puntos de 18 posibles.
Le ganó a Perú (2-0), empató con Colombia (0-0) y Paraguay (0-0), y perdió con Uruguay (3-1), Venezuela (3-0) y Ecuador (1-0).
Berizzo renunció y en La Roja apostaron por Gareca que no había tenido un buen tránsito en su regreso al argentino Vélez Sarsfield, pero que en su ciclo de siete años con la selección peruana había logrado clasificar a la Blanquirroja al Mundial, luego de 36 años de ausencia.
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El ‘Tigre’ ha dirigido 12 partidos con Chile entre amistosos y oficiales con un saldo de tres triunfos, tres empates y seis derrotas, en un ciclo que inició a principios de año venturosamente con victorias ante Albania (3-0) y Paraguay (3-0) y una derrota ajustada frente a Francia (3-2).
Los problemas comenzaron en junio pasado en la Copa América de Estados Unidos, donde La Roja no pasó la fase de grupos y mostró problemas para convertir. Allí empató sin goles ante Perú y Canadá y perdió por 1-0 con Argentina.
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En la reanudación de la eliminatoria en septiembre vinieron cuatro derrotas consecutivas frente a la Albiceleste (3-0), Bolivia (1-2) de local por primera vez en su historia, Brasil (1-2) y Colombia (4-0).
En medio, las lesiones volvieron a ser clave pues Gareca no ha contado con Alexis Sánchez que por problemas físicos no ha debutado en Italia con Udinese, además de numerosas bajas en cada fecha que han impedido que Chile fortaleciera un equipo base.
La Roja peleará lo que resta de la eliminatoria para lograr el objetivo de clasificar, apelando a la influencia de referentes de esa ‘Generación Dorada’ que quiere resarcirse y todavía con un recambio generacional sin consolidarse, lo que seguirá siendo una tarea pendiente.
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