La Real Sociedad aterriza en suelo portugués con la idea clara de dar la campanada y llevarse los tres puntos ante un Benfica que se juega media vida europea en los 90 minutos que se disputarán en el estadio de la Luz.
Tras un encuentro discreto en lo futbolístico, aunque redondo en cuanto a los puntos cosechados frente al Mallorca, el conjunto txuriurdin deberá reencontrarse con su mejor versión si quiere recrear el recital ofrecido hace no mucho en Salzburgo.
Una lucha que no podrá librar con Kieran Tierney, André Silva y Álvaro Odriozola, quienes son baja por lesión hasta nuevo aviso, aunque el que más cerca está de volver es el lateral derecho, quien ya realizó un entrenamiento completo antes del encuentro del pasado sábado ante el Mallorca, aunque según su entrenador, Imanol Alguacil, "aún le queda".
Salvo los canteranos Jon Magunazelaia y Gaizka Ayesa, Alguacil podrá contar con todos los que ya estuvieron el pasado sábado en el partido del Reale Arena, en el que hubo varias novedades pensando en el encuentro en Lisboa, por lo que todo apunta a que el técnico de Orio alineará su once más titular.
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Un enfrentamiento que es algo novedoso en la Liga de Campeones, ya que nunca se han enfrentado el club lisboeta y el txuriurdin. La Real tiene algo de bagaje histórico contra equipos lusos en Europa, en la década de los 80 ante el Sporting de Portugal, curiosamente el vecino del Benfica, rival al que el club donostiarra superó a doble eliminatoria tanto en la Copa de Europa como en la Liga Europa.
Entre la espada y la pared, el Benfica no puede permitirse ningún tropiezo cuando reciba a la Real Sociedad, ya que cualquier pérdida de puntos podría poner en peligro las aspiraciones del campeón portugués de pasar a la siguiente ronda de la 'Champions'.
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Sería un duro revés para las "águilas", que alcanzaron los cuartos de final de la máxima competición continental en la pasada edición, cuando cayeron ante el Inter Milán, que volvió a derrotar al equipo portugués (1-0) en su último encuentro en este grupo D. Ya son dos las derrotas consecutivas del Benfica, tras también caer en casa ante el Red Bull Salzburgo (0-2), y todavía no ha marcado ningún gol.
La contundencia de cara a portería ha sido uno de los principales problemas esta temporada para el equipo entrenado por el alemán Roger Schmidt, que aún no ha logrado encontrar un sustituto adecuado para Gonçalo Ramos, ahora en el Paris Saint-Germain.
El gran fichaje para el puesto de artillero, el brasileño Arthur Cabral, ex del Fiorentina, no está teniendo el impacto esperado, por lo que Schmidt ha optado por el internacional croata Petar Musa e incluso ha experimentado con poner en la punta al joven delantero danés Casper Tengstedt o al extremo Rafa Silva.
La salvación de los lisboetas a lo largo de este curso ha sido el extremo argentino Ángel Di María, máximo goleador del equipo con seis dianas. Pero el "Fideo", de 35 años, se lesionó en el choque de San Siro, por lo que fue excluido del partido de Copa de Portugal que el Benfica disputó la semana pasada, junto con el turco Orkun Kokçu y el danés Alexander Bah, para que pudiera estar disponible para enfrentarse al cuadro txuri-urdin.
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Las bazas del Benfica para frenar a Kubo son su eficaz pareja de centrales formada por el veterano argentino Nicolás Otamendi y António Silva, que a sus 19 años ya es titular en la selección de Portugal, y un centro del campo con João Neves, el nuevo fenómeno de la cantera "encarnada".
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