El neerlandés Memphis Depay fue recibido como una estrella en el aeropuerto internacional de Guarulhos, en São Paulo, por la afición del Corinthians, en un momento en que el equipo lucha por no descender a segunda división.
El delantero de Países Bajos desembarcó de madrugada en una terminal de vuelos privados y se acercó a una verja para saludar, sacarse fotos y firmar autógrafos a un grupo de fanáticos cargados de ilusión.
Depay, de 30 años e internacional con su selección, estaba sin equipo, tras terminar su etapa en el Atlético de Madrid, y ha firmado un contrato con el Corinthians por dos temporadas y media, es decir, hasta finales de 2026.
Los hinchas del conjunto paulista se empezaron a arremolinar en una de las puertas de salida de la terminal 3 de pasajeros desde las primeras horas de la madrugada de este miércoles.
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Lo esperaban con las voces afinadas y todo el repertorio de cánticos del que es uno de los clubes más tradicionales de Brasil.
"Espero que sea un goleador, que ayude a nuestro equipo, que está en una mala fase, y nos libre del descenso", dijo a EFE Marcelo dos Santos, enfermero de 25 años y quien siguió el vuelo de su nuevo ídolo minuto a minuto desde su teléfono celular.
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"Vamos a ganar todo ahora", añadió rebosante de confianza.
Sin embargo, la afición se tuvo que trasladar después a la terminal de vuelos privados, a unos dos kilómetros de distancia, cuando supieron que el exjugador de FC Barcelona, Manchester United y Olympique Lyon iba a aterrizar en un avión privado.
Una parte desistió, pero aun así Depay tuvo una calurosa acogida por parte de los más entusiasmados, algunos de los cuales vinieron directos del trabajo y estuvieron toda la noche en vela.
"La expectativa es grande. Es un gran refuerzo para el equipo. Estoy ansioso por verlo en el campo", afirmó a EFE Antonio Marcos, analista de Tecnologías de la Información de 29 años y quien es confundido hoy con el ariete neerlandés por su parecido.
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Depay conocerá este miércoles a sus nuevos compañeros y después acudirá al estadio Neo Química Arena para vivir de cerca el partido de vuelta de cuartos de final de la Copa do Brasil, en el que el Corinthians está obligado a remontar el 2-1 que encajó en la cancha del Juventude.
La escuadra de São Paulo vive un momento institucional y deportivo delicado.
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En este momento, ocupa la zona de descenso de la Liga brasileña, con 25 puntos en 25 partidos y solo cinco victorias en su casillero.
No obstante, sigue vivo en la Copa do Brasil y en la Copa Sudamericana, donde se medirá este mes al también brasileño Fortaleza en cuartos de final.