Boca Juniors desafía en solitario la hegemonía brasileña en las semifinales de la Copa Libertadores de 2023, en una llave de máxima exigencia ante el sólido Palmeiras, mientras Inter y Fluminense dirimirán el cupo seguro del gigante sudamericano para el choque decisivo en el Maracaná.
Frente a Palmeiras, el 'xeneize' tendrá una dura faena desde el comienzo de las 'semis' el jueves en la mítica Bombonera, antes de pensar en su séptimo título de Libertadores e intentar igualar a Independiente como máximo ganador del certamen.
Ambos son equipos de una vastísima experiencia en el principal torneo continental de clubes: el argentino jugó 11 finales, con 6 títulos, y el brasileño 6 instancias decisivas, con tres lauros.
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La diferencia es que Boca ganó su última copa en 2007 y Palmeiras fue el gran protagonista de los últimos años, con títulos en 2020 y 2021.
Sin embargo, para el popular conjunto argentino la Libertadores es una zona de confort, donde puede dar sorpresas aún exhibiendo un andar irregular como ocurre en el torneo local.
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Un infranqueable Sergio 'Chiquito' Romero se ha convertido en la principal carta de triunfo de Boca, con contenciones decisivas en las definiciones por penales en octavos (Nacional de Uruguay) y cuartos (Racing de Avellaneda).
Pero los hinchas boquenses esperan que se activen otros jugadores vitales como su fichaje estrella, el goleador uruguayo Edinson Cavani, quien aún apareció en toda su dimensión.
En cambio, el Verdao, que jugará su cuarta semifinal seguida de Libertadores, es un conjunto sumamente regular que basa su poder en la eficacia defensiva: no ha recibido gol alguno entre los cuatro partidos de octavos y cuartos de final.
Y otra muestra del gran presente del equipo dirigido por Abel Ferreira es que acumula nueve partidos coperos seguidos sin perder (siete victorias, dos igualdades).
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La llave se definirá el 5 de octubre en Sao Paulo.
- Inter y 'Flu', una serie apretada -
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Mientras Brasil espera a Carlo Ancelotti para 2024, su colega Fernando Diniz se mueve en dos escenarios paralelos, uno de alta exposición como DT interino de la 'Seleçao', y otro de resurrección como orientador del Fluminense, que sueña con su primera Libertadores y de paso achicar distancias en el palmarés con su archirrival Flamengo (tres títulos).
El 'jogo bonito' que Diniz prometió recuperar para el fútbol brasileño apareció en el debut de la auriverde en la clasificatoria con goleada 5-1 a Bolivia en casa y se desdibujó ante Perú, con triunfo 1-0 en Lima. Trece días antes, el 'Flu' había avanzado a semifinales de la Libertadores con autoridad, dejando en el camino al aguerrido Olimpia paraguayo.
Basado en un goleador implacable como el argentino Germán Cano, así como en la experiencia y categoría de Ganso y el temperamento de Felipe Melo, el tricolor apunta con argumentos a ganar su primer título de Libertadores.
Enfrente, Internacional de Porto Alegre le planteará serios escollos el miércoles en su visita al Maracaná con un equipo en el que sobresalen varios jugadores no brasileños, como el goleador ecuatoriano Enner Valencia y el portero uruguayo Sergio Rochet, titulares indiscutidos en sus respectivas selecciones.
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La serie, que se cerrará el 4 de octubre en Porto Alegre, garantiza una presencia brasileña en la final única que se jugará en el Maracaná el 4 de noviembre y la posibilidad de una cuarta final consecutiva entre equipos brasileños, si Palmeiras elimina a Boca.
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