El Barcelona da por perdido a Ousmane Dembélé, cuyo traspaso al Paris Saint Germain dejará 50 millones de euros en la caja, pero cree que no se han cumplido todas las condiciones contractuales para que el delantero francés, con el que aún confía en llegar a un acuerdo, perciba la mitad del dinero que el club catalán ingresará por la operación.
Fuentes de la entidad azulgrana explicaron a EFE que esos 50 millones que pagará el PSG no corresponden a una cláusula de rescisión, sino a una cláusula de transferencia obligatoria.
Dicha cláusula se incluyó en el contrato de renovación de Dembélé, que finaliza el 30 de junio de 2024, a cambio de renunciar a parte del salario al que aspiraba durante la negociación.
Entonces se pactó que, si el punta francés presentaba una oferta formal de traspaso de como mínimo 50 millones de euros antes del 31 de julio -algo que ha sucedido-, el Barça no solo tenía la obligación de venderle, sino también de ingresarle la mitad del dinero que el club comprador pagara por su traspaso.
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El acuerdo establece que, una vez presentada la oferta por parte del futbolista, este tiene cinco días de plazo -hasta este viernes 4 de agosto- para cerrar definitivamente el traspaso con su posible club de destino, en este caso el equipo entrenado por Luis Enrique Martínez.
Si Ousmane Dembélé finalmente acepta la oferta del conjunto parisino y se lo comunica al Barcelona, el traspaso sería un hecho, pero la entidad azulgrana no tiene claro que deba pagar al extremo francés la totalidad de esos 25 millones de euros, la mitad de lo que ingrese por la operación.
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Y es que en el Barcelona tienen dudas de que esa cantidad le corresponda en su totalidad a Dembélé y a sus representantes, pues considera que existen diferentes interpretaciones jurídicas respecto a esa cláusula, al no haberse cumplido todos los objetivos negociadores establecidos por el contrato.
El club barcelonista todavía confía en una negociación amistosa a tres bandas, con el PSG y el jugador, pero está dispuesta a tensar la cuerda e incluso a retener parte del dinero que le correspondería a Dembélé por la venta si el jugador se niega a renegociar las condiciones de su traspaso.
El Barça, que tiene de margen hasta el 21 de agosto para enviar al PSG la transferencia internacional del jugador si finalmente se ejecuta el fichaje, esta muy molesto con el comportamiento de Dembélé, que siempre había expresado su deseo de renovar con el conjunto azulgrana y destacado su buena sintonía con el técnico, Xavi Hernández.
De hecho, hace dos meses y medio, el Barcelona le hizo una oferta de renovación por cinco temporadas y una ficha que le situaba entre los 3-4 futbolistas mejor pagados de la plantilla.
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Entonces, su agente, Moussa Sissoko, ni siquiera la contempló, y contestó con una nueva propuesta económica que el club consideró absolutamente inasumible y totalmente fuera de mercado. Fue ahí cuando entendió que el 'caso Dembélé' volvería a ser un quebradero de cabeza, como así ha sido.