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Aurélien Tchouaméni, el nuevo 'comandante' del mediocampo francés: así ha sido su proceso

Si bien todas las miradas se las lleva Kylian Mbappé por sus goles, Francia cuenta con un joven que parece que llevara años en la selección: Aurélien Tchouaméni.

Aurélien Tchouaméni
Aurélien Tchouaméni, mediocampista de la selección de Francia.
Foto: AFP.

Valioso como N'Golo Kanté, precoz como Paul Pogba, el centrocampista defensivo Aurélien Tchouaméni ha logrado cubrir el hueco en el centro del campo de Francia durante el Mundial, asumiendo a sus 22 años la responsabilidad con sobriedad, generosidad y una pasión que hace todavía necesita canalizar en ocasiones.

El sábado contra Inglaterra (2-1) durante los cuartos de final, este trabajador en la sombra, "monumental" según su amigo Youssouf Fofana, fue el centro de los focos para lo mejor, abriendo el marcador con un disparo potente y preciso (1-0, minuto 17) y para lo peor, cometiendo uno de los dos penales lanzados por Harry Kane (1-1, 53).

"Debemos hacerlo mejor en las dos situaciones (de penal), yo el primero cuando intento anticiparme demasiado", asumió el jugador del Real Madrid ante los periodistas, el sábado en los pasillos del estadio Al Bayt.

Este tropiezo no afectará sin embargo a la confianza que tiene Didier Deschamps en él desde sus inicios como jugador 'Bleu' en septiembre de 2021: Tchouameni ha jugado 19 de los 20 posibles con la selección, 14 de ellos como titular.

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En el Mundial, ha estado en el once inicial en cada partido, condición que se debe a su talento y a la falta de profundidad en el banquillo.

Como una esponja


Como si de un líder se tratara, fue Tchouameni quien asistió a la rueda de prensa en la víspera del Túnez-Francia en lugar del habitual Hugo Lloris o de su lugarteniente Raphael Varane, que suman entre ambos 234 partidos como internacionales.

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Sin embargo no quiso endosarse el traje de "líder de la nueva generación" que un periodista le ofreció. "¿Qué quiere decir, al fin y al cabo? He jugado 16 partidos, intento almacenar el máximo de experiencia", respondió el jugador del Real Madrid, fichado en el pasado mercado estival por una cifra estimada entre los 80 y los 100 millones de euros (84 y 105 millones de dólares) para reemplazar al brasileño Casemiro.

Desde el arranque del Mundial, este apasionado de la NBA ha asumido su rol de centinela por delante de la defensa con "sobriedad", una palabra que él mismo ha utilizado, respetando al pie de la letra las instrucciones de Deschamps.

Precisamente ese halago era utilizado a menudo por sus últimos entrenadores en el Mónaco, Niko Kovac y Philippe Clement. "Es como una esponja", absorbe los consejos y los integra rápidamente.

"En los partidos, en algunos momentos, tengo ganas de subir pero me digo 'no' porque sé que tengo que estar en mi posición si hay un contragolpe", explicaba durante la fase de grupos, como si necesitara justificarse por no brillar tanto como sus compañeros del centro del campo en el ámbito ofensivo.

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"Jugamos en un fútbol de 'espectáculo', por ello cuando un jugador no lo da, para algunos está ahí simplemente por estar, cuando en realidad hace un trabajo en la sombra monumental. En verdad corre mucho y eso permite a los otros dos centrocampistas proyectarse sin hacerse preguntas", resumió Fofana, su excompañero en el Mónaco.

"Asegurar la cobertura"


Y es que los 'bleus' en 2022 se han presentado en Qatar con una faceta ultraofensiva, gracias al cuarteto formado por Antoine Griezmann, Ousmane Dembelé, Olivier Giroud y Kylian Mbappé, apoyados en las bandas por Theo Hernández e incluso Adrien Rabiot.

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"Él está ahí detrás de nosotros para asegurar la cobertura", resumió Rabiot al ser preguntado sobre la función de equilibrio que ocupa su compañero. "Tiene también ese rol de jugador que compensa, que repara las brechas, que recupera balones".

Contra Inglaterra, Tchouameni salió de la sombra para brillar abriendo el marcador en una de sus raras incorporaciones al ataque.

"La máquina", su apodo en España, controló a la perfección un pase de Griezmann y, con un equilibrio perfecto, descargó un disparo potente a 26 metros de la portería inglesa, un misil digno de Paul Pogba. Su celebración en el banderín del córner, un dedo sobre la frente, también recordó al campeón del mundo de 2018.

Le quedan dos partidos para lograr igualar a Pogba, pilar esencial del título de 2018, pero baja en esta edición. Hasta entonces, el jugador formado en el Burdeos saborea cada paso de su recorrido en esta Copa del Mundo y las sensaciones dulces que los bleus ofrecen a sus aficionados.

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"Hemos estado en el otro lado, siendo aficionados en 2018", afirmó en 'TF1'. "Ser protagonista sobre el terreno de juego este año, nos hace rememorar bonitos recuerdos".

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