El Atlético Mineiro exigió este miércoles sanciones ejemplares de parte de la Conmebol por el caso de racismo registrado el martes anterior en la Copa Libertadores, cuando el arquero del equipo Everson fue llamado "mono" por hinchas del Libertad paraguayo, en Asunción.
"Sanciones realmente severas tienen que ser aplicadas para que esas escenas cobardes e inadmisibles que se vieron en el Defensores del Chaco no se repitan en los estadios de Sudamérica", aseguró el club de Belo Horizonte en un comunicado.
La dirección del conjunto brasileño dijo haber grabado imágenes de los "lamentables insultos racistas" y aseguró que el director de su departamento de fútbol, Rodrigo Caetano, se las entregó personalmente al delegado de la Conmebol en el partido para que la entidad adopte medidas.
La Confederación, sin embargo, hasta ahora no se ha pronunciado, como tampoco lo ha hecho Libertad.
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El nuevo caso de racismo se registró en la noche del martes al final del partido en que el Mineiro empató 1-1 en su visita al Libertad y que garantizó la clasificación del equipo brasileño a octavos de final de la Libertadores como el segundo de su grupo y la eliminación del paraguayo.
Los insultos con tinte racista son claramente escuchados en las imágenes divulgadas por el Atlético Mineiro y que fueron grabadas cuando Everson abandonaba la cancha del Defensores del Chaco.
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"Indignación es la palabra que define el sentimiento del 'Galo' (como es conocido el Mineiro por sus aficionados) ante las manifestaciones racistas de hinchas del Libertad dirigidas al arquero Everson", afirmó el club de Belo Horizonte.
El guardameta, en declaraciones a la prensa, dijo que espera que la Conmebol no se limite a divulgar una nota lamentando el incidente.
"Nos corresponde a nosotros luchar por nuestros derechos. En breve será tan sólo otra nota de la Conmebol, pero tenemos que mantenernos firmes y trabajar con la esperanza de que un día esto cambie. Pero si no se adoptan medidas drásticas, esto no cambiará", dijo.
La repetición de los casos de racismo en partidos de la Libertadores y de la Sudamericana llevó al presidente del Santos, Andrés Rueda, a defender el mes pasado que los clubes brasileños opten en conjunto por retirar a sus equipos de la cancha en partidos en Brasil o en el exterior en los que se registren actos de discriminación.
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Rueda se pronunció después de que el club paulista denunciara en un comunicado que sus jugadores Ângelo y Joaquim fueron llamados "monos" por hinchas rivales en el partido en la ciudad chilena de Rancagua en la que el Santos visitó al Audax por la Sudamericana.
Ese mismo día fue denunciado que el delantero colombiano Hugo Rodallega fue víctima de insultos racistas en el partido por la Sudamericana entre Gimnasia y Esgrima La Plata e Independiente Santa Fe disputado en La Plata, Argentina.
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Los casos de racismo en el fútbol ganaron gran repercusión internacional tras los ataques sufridos por el brasileño Vinícius Júnior en el partido entre el Real Madrid y el Valencia por la Liga española.