El Athletico Paranaense venció este jueves por 2-0 al Peñarol en el partido de vuelta por las semifinales de la Copa Sudamericana y garantizó su cupo en la final, en la que se medirá por el título al también brasileño Bragantino.
Pese al dominio del conjunto uruguayo en el estadio Arena da Baixada de Curitiba, el Paranaense venció en casa con goles de Nikao y Pedro Rocha, tras haberse impuesto por 1-2 en el partido de ida de la semifinal, disputado la semana pasada en Montevideo.
La victoria del conjunto de Curitiba garantizó el pleno de los clubes brasileños en las decisiones de los dos torneos continentales este año, ya que la final de la Libertadores será disputada por Flamengo y Palmeiras.
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Paranaese, campeón de la Sudamericana en 2018 y que busca convertirse en el primer brasileño en alzar dos veces el título, se medirá en la final a partido único, el 20 de noviembre próximo en el estadio Centenario de Montevideo, al Bragantino, que eliminó en semifinales al Libertad paraguayo y disputará la primera final de un torneo continental en sus 93 años de historia.
El Peñarol, bajo el comando del técnico Mauricio Larriera y al que sólo le servía la victoria para avanzar, se lanzó al ataque desde el comienzo y en los primeros cinco minutos generó varias jugadas de peligro en los pies principalmente de Walter Gargano y Facundo Torres.
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El club uruguayo, con Agustín Canobbio y Pablo Ceppelini como sus jugadores más destacados, fue el claro dominador en la primera mitad, en la que contabilizó nueve finalizaciones contra sólo tres del brasileño.
El Paranaense, dirigido interinamente por Paulo Autouri debido a que aún no ha contratado a su nuevo técnico, prefirió reforzarse en la defensa y aprovechar posibles contragolpes, en uno de los cuales Guilherme Bissoli casi abre el marcador a los 9 minutos.
En otro contragolpe lanzado por el uruguayo David Terans, un exjugador del Peñarol que anotó uno de los goles del Paranaense en el partido de ida, el conjunto de Curitiba abrió el marcador en el minuto 24 por intermedio de Nikao.
El Peñarol, ya en desventaja y necesitando de tres goles, insistió y dos minutos después por poco empata con un cabezazo de Agustín Álvarez Martínez que se estrelló en el travesaño defendido por Santos.
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Y cuatro minutos después del gol, Juan Ramos recibió un pase dentro del área y fue derribado por Erick. El árbitro pitó el penalti, que fue confirmado por el VAR, pero Santos salvó al Paranaense al atajarle el disparo a Ceppelini.
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El penalti desperdiciado no desanimó al Peñarol, que se mantuvo en la ofensiva el resto del primer tiempo.
En la segunda parte el Carbonero volvió a la carga, ahora reforzado con la entrada de Ariel Nahualpán y Diego Valentín Rodríguez, y obligó a los locales a encerrarse en su área.
Pese a la presión del Peñarol, el Paranaense logró administrar su ventaja y fue más peligroso con sus contragolpes que los uruguayos con el balón dominado.
Esta estrategia rindió frutos en el minuto 80 cuando Pedro Rocha, que había ingresado pocos minutos antes en el lugar de David Terans, amplió el marcador tras recibir dentro del área una asistencia de Nikao.
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