Tranquilo, en paz", en el "lugar" que quiere "estar", después de alcanzar otra vez lo nunca visto en el Atlético de Madrid , con los 613 partidos que lo transforman en el técnico con más encuentros de su historia, cada gesto de los jugadores, la aclamación del público, cada gol, cada presión y la rotundidad del 6-1 expresaron el reencuentro de Diego Simeone y el equipo rojiblanco consigo mismos, con el tercer puesto diez jornadas después, con una versión "reconocible", con una comunión visible este sábado.
Desde el primer instante, desde que el hijo de Luis Aragonés le entregó la camiseta conmemorativa enmarcada ('Leyenda Simeone, 613') sobre el césped, junto a tres de sus cinco hijos (sus dos niñas pequeñas y Giovanni, delantero del Nápoles), cuando la estruendosa ovación fue de las que desde hace mucho años no se escuchaban hacia el técnico en el estadio Metropolitano, no hubo debate en torno a él. Ni en torno al equipo.
"El gesto de Carrasco, de Griezmann, de Memphis, de Morata en el final, las palabras de cada uno de ellos cuando fue terminando el partido (todos los futbolistas lo abrazaron) y se acercaron a hablar conmigo no es simple. No es fácil lograrlo. Cuesta mucho el día a día, porque todos quieren jugar, porque todos somos egoístas al final y porque todos queremos lo mejor para nosotros primeros. Estamos en un lugar donde tenemos que gestionar a distintos jugadores y hacerlo once años no es fácil", explicó el técnico, que alentó al público, saludó, se abrazó con sus jugadores, se golpeó el corazón, lanzó besos a la grada...
Todo encuadrado en el 6-1 al Sevilla, pero, sobre todo, en una temporada, incluso más allá -mediados del pasado curso-, cuando el técnico ya no era tan incuestinobale para sectores de la grada y, sobre todo, para el club. "El pensamiento siempre lo tuve, la confianza siempre la he trabajado y lo que busco es seguir en la misma línea desde el día que llegamos, no movernos de los que nos hizo fuertes, del partido a partido", repasó.
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Hay un cambio a raíz del Mundial 2022. En lo fundamental, en los resultados, pero a través de otra propuesta y otros mecanismos, de una convicción de Simeone en salir con el balón jugado desde atrás -irrenunciable ahora, cuando antes no era así-, con la capacidad que tiene el equipo para hacerlo, como demostró ante el Sevilla o en encuentros precedentes, con una presión más alta, en campo contrario, más ambición y un perfil mucho más ofensivo en cuando a actitud, planteamiento y jugadores, reunidos en las alineaciones: Llorente, Koke, Lemar, Carrasco, Griezmann y Memphis coincideron anoche en el once.
Los resultados, siempre tan imprescindibles, y la pegada en ataque reafirman la reacción. De las nueve victorias (un 42 por ciento), cinco empates (23%), siete derrotas (33%), 28 goles a favor (1,33 por partido) y 23 en contra (1,09 por choque) entre agosto y noviembre a los nueve triunfos (64 por ciento), tres empates (21%) y dos derrotas (14%), 25 tantos a favor (1,78 por choque) y nueve en contra (0,64 por compromiso) del Mundial en adelante, aparte de la diferencia de los duelos imbatido, que han pasado de los seis en 21 primeros partidos a los siete en los últimos 14 duelos. De un 28 por ciento a un 50 por ciento.
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Sus números desde la reanudación de la competición tras Qatar 2022 son más acordes a él. "Entender que que todas las temporadas no son iguales, que siempre hay dificultades y hay que saber salir de ellas. Después del Mundial, el equipo empezó a encontrarse muy bien consigo mismo y el estadio empieza de a poco a estar más cerca", valoró Simeone.
"SE VUELVE A VER UN EQUIPO RECONOCIBLE"
"Todos hemos crecido. Se vuelve a ver un equipo reconocible, un equipo que la gente del Atlético de Madrid se siente identificada. Hay un compromiso para jugar a lo mismo. Cuando tienes un grupo que juega a lo mismo, es mucho más fácil", abundó.
Es tercero en la tabla. Otra vez. En su ruta obligada para la clasificación de la Liga de Campeones, fundamental para el club, crucial para el equipo, quizá clave para la continuidad de Simeone la próxima campaña (porque su contrato, vigente hasta el 30 de junio de 2024, está ligado cada final de curso a su pase a la máxima competición continental), jamás se ha caído del podio al final de ninguna de sus diez temporadas completas al frente del equipo rojiblanco, de 2012-13 a 2021-22. Ahora está en el camino.
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Pero, además, en tiempos en que la economía condiciona todo en el fútbol, la tercera posición da acceso a la Supercopa de España, salvo sorpresa de aquí al final en LaLiga Santander. El Barcelona, líder, o el Real Madrid, segundo, estarán en la final de la Copa del Rey, porque se miden en las semifinales, con lo que abren la tercera plaza liguera como vía a la competición, en la que el Atlético no participó en la actual temporada.
Desde la decimotercera cita, cuando empató contra el Espanyol (1-1) en el Metropolitano, el Atlético no había regresado a tal posición en la tabla, que había sido propiedad de la Real Sociedad durante las últimas diez jornadas de manera ininterrumpida. En las últimas seis semanas, el equipo de Simeone ha sumado 14 puntos por los seis del club donostiarra.
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Tampoco marcaba seis goles en un partido, como este sábado, desde el 6-1 con el que doblegó al Granada en el Metropolitano en el primer encuentro de la temporada 2020-21 de la que finalmente fue campeón de LaLiga Santander. A aquel curso también se remonta la última vez que alcanzó ocho partidos invicto en el torneo, como ahora. Entonces, entre el 19 de diciembre de 2020 y el 17 de febrero de 2021 encadenó once sin una sola derrota.
No vencía por cinco tantos de diferencia en este torneo desde hace un año, desde el 5-0 al Eibar de la jornada 33 de la pasada campaña, el 18 de abril de 2021. Es la decimoquinta vez que el Atlético gana por esa distancia en el marcador con Simeone, cuyo mayor triunfo es un 7-0 la Getafe en 2013 a lo largo de sus 613 encuentros para la historia del club.