Así es la nueva vida de Jackson Follmann, sobreviviente de la tragedia de Chapecoense

El arquero volvió a entrenar en el predio de la institución brasileña después de estar un largo periodo en silla de ruedas luego de que le hayan tenido que apuntar su pierna derecha, consecuencia del accidente aéreo sufrido en noviembre de 2016. Este jueves, el club brasileño Chapecoense dio a conocer un video en el que se muestra a Jackson Follmann entrenando en la sede de la institución. Y es que, a semanas de cumplirse un año de la tragedia aérea sucedida en territorio antioqueño, el portero estuvo volando de lado a lado, demostrando toda su pasión por el fútbol. “La nostalgia es grande, pero es buena. Creo que estoy en el camino correcto. Si entreno un poquito más, creo que puedo volver con las divisiones menores", señaló entre risas Follmann en diálogo con ‘Globo Esporte’. Lea acá: Por qué Pablo Armero no juega en el Bahía, de Brasil El guardameta está feliz. Vestido con la indumentaria de Chapecoense, la prótesis que reemplaza su pierna derecha, no le impide revivir los momentos en el predio Arena Condá, en el que se entrenó durante tantos años. "Sé de la importancia y del ejemplo que soy para las personas. Veo que con una pierna consigo llegar más lejos que con las dos. La amputación sólo sacó mi pierna, más nada. Me desafío todos los días y veo que la complicación está solo en la cabeza", sostuvo el brasileño. Vea acá: “Contra Cali se verá un Millonarios totalmente diferente al que jugó frente a Huila”: Henry Rojas Cada palabra de Follmann es una enseñanza. "Valorizo las cosas muy simples de la vida, cosas que pasan desapercibidas en el día a día. El simple hecho de ir al baño, besar a las personas que amas. Me quedé un período en silla de ruedas y fue difícil, mi sueño era dar pasos y abrazar”, expresa. Por eso, al final, el brasileño manifiesta toda su satisfacción después de la práctica. “Este entrenamiento lo valoro mucho. Gane el día, la semana, el mes. Soy un discapacitado físico con orgullo y volver a practicar un deporte es demasiado placentero", concluyó Follmann.