El camino hacia la gloria de la Albiceleste de Scaloni y Messi, su intento por volver a conquistar la Copa América , comienza en Atlanta este jueves (madrugada del viernes en horario CEST) con un duelo ante Canadá, que se estrena en el torneo con poco que perder, porque su objetivo es llegar al Mundial que coorganizará dentro de dos años con un equipo competitivo.
La selección argentina es campeona del mundo, campeona de Sudamérica y tiene feliz al mejor jugador. Canadá fue penúltima en Catar, debuta en una Copa América y fichó a su seleccionador hace poco más de un mes. Pocas veces existe tanta distancia en el presente de dos selecciones y, sin embargo, Argentina hará bien en desconfiar.
Primero, porque el nivel de euforia que rodea al equipo tras la conquista del Mundial prácticamente le obliga a volver a ganar el torneo. Después, porque Canadá no tiene nada que perder.
Debutantes, jóvenes y liderados por Davies Para el conjunto norteamericano todo es nuevo. Debutará 23 años después de que renunciase a jugar en la Copa América de Colombia 2001 por considerar que no se daban las condiciones de seguridad necesarias, al igual que Argentina.
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Estrena, además, en competición oficial a Jesse Marsch, contratado a mediados de abril para formar un conjunto que sea un digno rival en el próximo Mundial.
Marsch ha convocado un grupo de jóvenes -solo dos de los 26 supera la treintena- con poco roce internacional -12 han jugado menos de 10 partidos internacionales- pero con suficiente ambición para emigrar a Europa; el once que alineó ante Países Bajos tenía nueve jugadores de clubes europeos. Un equipo que se espera que haga de la presión sobre el rival su sello de identidad.
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Al frente de ellos se sitúa Alphonso Davies, que con 23 años ya ha sido nombrado capitán por Marsch, deseoso de mostrarse en un torneo así, mientras se sigue especulando con su fichaje por el Real Madrid, y también de reivindicar el fútbol canadiense.
“En el mundo del fútbol, la mayoría de la gente no cree que los canadienses puedan jugar bien, así que cada vez que salimos, queremos demostrarle al mundo que están equivocados", ha señalado.
Un campeón eufórico y con Messi feliz
Para Argentina no hay más resultado que la victoria. Se presenta en Atlanta rozando la euforia; líder de las eliminatorias tras seis jornadas, Lionel Scaloni ha sabido prolongar las sensaciones del Mundial y rodear a Messi de un grupo en el que se siente cómodo.
Nunca se ha visto al capitán tan relajado, feliz con su vida en Estados Unidos y disfrutando del final de un viaje con la Albiceleste al que no quiere poner fecha.
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Messi, que cumplirá 37 años en la Copa América, ya no se cierra puertas cada vez que se le pregunta si llegará a la Copa del Mundo 2026. Prefiere hablar de sensaciones.
Argentina ha vivido tan plácidamente la fase de preparación que ha sepultado debates latentes, como quién acompañará a Messi en el ataque, con Julián Álvarez y Lautaro Martínez disputándose un puesto.
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El rendimiento de Julián en la selección ha sido superlativo tras irrumpir con estrépito en el Mundial. Esta temporada, pese a tener que disputarle minutos a Erling Haaland en el Manchester City, ha anotado 19 goles y dado 13 asistencias en 54 partidos.
El problema es que enfrente tiene al mejor jugador y máximo goleador de Italia, Lautaro Martínez. Líder del Inter campeón y segundo máximo artillero tras Messi en la era Scaloni, sobre 'el Toro' no deberían recaer dudas, pero aún le pesan su pobre actuación mundialista y la racha negativa ante la meta de marzo de 2022 a septiembre de 2024.
Quizá por eso, Messi le dejó tirar el penalti y le dio una asistencia decisiva en el último amistoso contra Guatemala (4-1).
Las otras dudas que debe resolver Scaloni son los acompañantes de Rodrigo de Paul en el centro del campo, con Leandro Paredes con ventaja y Enzo Fernández y Alexis Mc Allister disputándose el otro puesto.
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