Del municipio de Mistrató para el mundo. Ese el grito que se escucha en Risaralda, en las últimas horas. ¿La responsable? Ana María Guzmán o mejor conocida como 'la Mona'. Y es que se convirtió en un orgullo nacional, pero, especialmente, en su tierra natal, donde la adoran por lo que ha hecho en el fútbol femenino, siendo pieza clave en la histórica clasificación a la final del Mundial Sub-17, con la Selección Colombia , donde enfrentarán a España, el próximo domingo 30 de octubre.
Esta historia empezó a escribirse en el Club Sueños Dorados de Mistrató, donde dio sus primeros pasos a nivel deportivo y en el que también demostró toda su calidad. Fue así como, rápidamente y con solo 11 años, pegó sus primeros saltos, tras llegar al Club Atlético Dosquebradas, hacer parte de la Selección Risaralda, ser figura en la Pony Fútbol, ser convocada a la Selección Colombia Sub-17, Sub-20 y hasta la de mayores, e integrar la plantilla del Deportivo Pereira . Nada mal, la verdad.
A sus 17 años y en el 2022, está saboreando las mieles de una temporada brillante, producto del esfuerzo, entrega, tesón, sacrificio, disciplina, humildad, profesionalismo, atendiendo a los consejos que le dan, manteniendo siempre los pies en la tierra, teniendo claros los objetivos y mostrando ambición por hacer algo grande, tal y como la describe el profesor Carlos Ariel Osorio, quien ha sido un pilar en la formación futbolística y personal de 'la Mona', guiándola en este largo camino.
Ya son varios años de esta relación entrenador-jugadora y, poco a poco, va dando frutos. Basta con recordar su presencia en la cita orbital Sub-20, que se disputó en agosto de este año, en Costa Rica, donde fue titular y sumó minutos, algo que está repitiendo en el campeonato Sub-17, en la India; y lo que falta, ya que con su calidad, decisión y madurez, promete cosas demasiado grandes para el fútbol femenino colombiano, llevando a ilusionarse a más de uno de cara al futuro.
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Eso sí, llegar hasta acá no ha sido nada fácil, o sino que lo diga el 'profe' Osorio, quien conoce a la perfección a Ana María. Han sido años de aprendizajes, vivencias, anécdotas, curiosidades, altos y bajos, apoyo incondicional de su familia y otras tantas historias, las cuales valen la penar conocer y contar. Razón por la que en Gol Caracol hablamos con el estratega que la recibió y formó en el Club Atlético Dosquebradas, se la llevó al Deportivo Pereira, la pulió y la ve como un orgullo propio.
¿Cómo ha sido el camino con Ana María Guzmán?
"Desde que llega a mi proceso deportivo, siempre se ha caracterizado por ser una jugadora polifacética, que es inteligente en el terreno de juego y te permite encontrar en ella varias versiones. A pesar de que es lateral por derecha, ella llegó de central y lo hace bien, pero también lo encontramos rasgos de otras posiciones, lo que la convierte en una futbolista muy completa, que llama la atención de todos, llena la retina de las personas y aporta muchísimo en el terreno de juego".
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¿Cuál cree que es el diferencial de ella?
"En ella se encuentran las tres facetas fundamentales para ser un gran futbolista, que son crear, recuperar y finalizar. Eso, se ha ido construyendo y consolidando con sus experiencias en las Selecciones Colombia, la Selección Risaralda, el Atlético Dosquebradas y Deportivo Pereira, permitiendo perfeccionar cada aspecto y ponerlo al servicio de su equipo tanto en fase ofensiva como defensiva. Ha adquirido un aprendizaje impresionante y se ve más madura y fuerte en este camino".
¿Hay algo que aún lo sorprenda de Ana María?
"Sí, claro; ha crecido demasiado en el manejo de emociones. Años atrás, podríamos verla ansiosa por un resultado adverso o cuando las cosas no le salían, se bloqueaba. Ya ha madurado mucho y se le ve como una jugadora totalmente tranquila a la hora de tomar decisiones, se repone fácil a la frustración, y cuando falla en algo, de inmediato, toma una postura de ir a encarar y levantar la cabeza y al equipo en el terreno de juego para revertir la situación en ese mismo momento".
De aquel Mundial Sub-20, que se jugó en agosto y al que fue convocada, al Mundial Sub-17, ha habido cambios...
"Sin lugar a dudas. Ella fue importantísima en la Selección Colombia Sub-20, siendo titular y sumando minutos y demás, pero, ahora, en su categoría, la Sub-17, ha sido mucho más importante y clave. Con el paso de los partidos, fue creciendo y me ha dejado sorprendido y también satisfecho porque lo demuestra en la cancha, tiene jerarquía, seguridad, madurez, se antepone a lo malo, es una jugadora determinante, en fin; lo que hace a la edad que tiene es sorprendente".
¿Han hablado durante el Mundial Sub-17?
"Todos los días hablo con ella. De hecho, recuerdo que, después de la clasificación a la final, pudimos hablar y escucharla fue genial. Lo que manifiesta, expresa, la emoción que siente, todo lo que transmite, hace que me sienta como si estuviera con ella en la India (risas). Siempre intento decirle alguna palabra importante, dejarle un mensaje, una enseñanza, algo que, tal vez, pueda aportarle así sea a la distancia. Eso sí, también lo importante es que disfrute esto que está viviendo".
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En lo personal, como entrenador y formador de Ana María Guzmán, ¿Cómo ha vivido estos últimos días?
"La verdad es que lo hemos disfrutado al máximo, súper bien, muy feliz, con muchas lágrimas de felicidad, esto que está pasando es el mejor premio que uno puede tener a todo el trabajo, esfuerzo y sacrificio que se ha hecho en este proceso, haciendo que amemos más al fútbol femenino. La imagen de ellas y lo que están logrando es el ejemplo a seguir para las generaciones futuras, que vienen con sueños y metas por cumplir. Es una huella invaluable y así lo siento en mi corazón".
Ya que hablaba de "las palabras importantes" que le dice, ¿Cuál ha sido el mejor consejo que le ha dado?
"Siempre le recalco que tenga los pies en la tierra y que cada día es un aprendizaje. Si bien no debemos conformarnos con lo que se ha hecho, tampoco se puede creer que se ha logrado todo. Claro, también le digo que disfrute mucho el minuto a minuto de las concentraciones, entrenamientos y partidos; cada momento es único y ese aprendizaje la llevará a ser una mejor jugadora, perfeccionando muchas cosas en medio de este camino que es largo y recién empieza".
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Cuando le dice esto, ¿Cómo reacciona ella?
"A pesar de su edad, Ana María es una muchacha muy receptiva, que escucha, atiende a los consejos, no se cierra a nada y entiende que todo es en pro de su carrera deportiva y formación como persona. De hecho, si se dan cuenta, ella no es de usar mucho las redes sociales, ya que el fútbol lo tiene en su cabeza todo el tiempo y eso le permite encontrar la madurez deportiva, la cual se le ve en la actualidad y que, de seguro, la llevará a alcanzar cosas grandes en la élite del fútbol".
En medio de todas esas virtudes que resaltó de Ana María, ¿Cómo es en el día a día?
"Es una persona alegre, natural, sin filtro, llora, grita, alienta, de todo, no se guarda nada, expresa lo que siente, dice todas las cosas de una forma cómica, pero con mucha naturalidad, fiel a su personalidad, divertida pero a la vez seria cuando se trata de sus cosas y carrera deportiva; Ana María es única. Su personalidad y jerarquía son inmensas en la cancha, pero su don de gente, humildad, carisma y ser humano integral, afuera del terreno de juego, hace que sea aún más grande".
¿De qué manera ha sido el acompañamiento de la familia, compañeras y demás?
"Todo eso de lo que acabo de hablar, convierte a Ana María en una persona muy querida y apreciada. Muchos disfrutamos estar a su lado y compartir. Es una apasionada por el fútbol y hace que brille siempre. En el equipo se ha fortalecido lo que es la unión, la familia y el trabajo en grupo, sintiendo el respaldo por parte de todas sus compañeras, directivos, padres de familia, donde estos últimos son fundamentales ya que siempre están a su lado y lo viven con intensidad y mucho amor".
Los padres, igual de apasionados...
"Pero muchísimo; siempre están a su lado, la apoyan, aconsejan, guían, ayudan, en fin; y la verdad es que todo eso sirve y mucho. Es una gran ayuda y cada palabra de aliento es como darle una mano en este proceso, fortaleciéndola desde todo lo emocional. Hay un trabajo articulado interesante, entre padres de familia, compañeras, entrenadores, haciendo que se forme una gran familia y eso ayuda a que el fútbol femenino se encamine, gracias también al buen trabajo de ella".
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En medio de tantas vivencias que han tenido juntos, ¿Cuál es esa anécdota que jamás olvida?
"(Risas) En la primera Pony Fútbol que participó, ella tenía solo 11 años. Cuando llegamos a Medellín, andaba con el papá para todos lados y nos tocaba llevarle a su padre al hotel para que la acompañara por ratos porque la niña lloraba y decía que le hacía falta su 'papito'. Curiosamente, al año siguiente, volvimos a la Pony Fútbol, llegamos y el papá estaba en el hotel, pero Ana María va y dice: 'papi, por favor, váyase que estamos en concentración; nos vemos en la cancha' (risas)".
Con 11 años y ya empezó a ser 'independiente' en muchas cosas...
"(Risas) Claro, es que, más allá de la historia que fue un momento muy gracioso y más por como ocurrió todo, era el hecho de que ya estaba dejando claro que, desde tan pequeña, creó esa independencia, teniendo sus objetivos claros y sabiendo lo que quería y se venía para su vida. Con ese 'papi, por favor, váyase', entre líneas le estaba dando la importancia que, en realidad, merece una concentración. Ahora, igual, afuera de la cancha, mantiene una relación muy bella con su padre".
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Usted más que nadie conoce las cualidades de Ana María, ¿Hasta dónde llegará?
"En el paso a paso, lo primero que queremos es verla campeona del Mundial, que levante ese título por lo que ha luchado y por sus compañeras; esperamos que ese crecimiento futbolístico, le permita llegar a los 18 años al fútbol de Europa, eso es algo que queremos y por lo que se trabaja siempre. Ahora, hay que ir despacio y sin demeritar nada de todo lo que se ha venido haciendo porque todavía le queda por lo menos un año en la liga profesional femenina en Colombia".
En el Deportivo Pereira, ¿Sí?
"Sí, esperamos disfrutarla mucho más en el Deportivo Pereira y también que termine sus estudios, pueda graduarse y una vez cumpla la mayoría de edad, encontrar esa puerta en el exterior que le permita seguir surgiendo, dando pasos de una magnitud enorme, como los que nos tiene acostumbrados a dar, hacer realidad los sueños que tiene en mente, los cuales son grandes, y que lo siga haciendo feliz a uno porque, siendo sincero, a uno le da alegría cuando las ve 'volar' tan alto".
Aunque habla con ella todos los días (risas), ¿Qué mensaje le envía para la final?
"(Risas) Es importante seguir haciendo visible cada proyecto que apoya, impulsa y va de la mano con el fútbol femenino, el cual queremos, cuidamos y luchamos para que siga surgiendo y ganándose espacios importantes, y en esto Ana María ha sido clave. Hay que disfrutar este momento y ojalá el domingo sea histórico. Tenemos argumentos y elementos para ser campeones. Hay que recibir a estas mujeres como leyendas, aplaudirlas y enaltecer el excelente trabajo realizado".
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