Al final de la jornada, en una arteria principal que recorre Doha de punta a punta, los trabajadores se abren paso entre una carretera estrecha y una acera intransitable. Obras y atascos desordenan la ciudad a un año de la disputa del Mundial de fútbol (21 noviembre-18 diciembre).
Enfrente los coches se baten en un interminable atasco. Trayectos que tenían que durar unos minutos se multiplican, provocando la desesperación de los conductores.
"Doha se ha convertido en una obra. Circulas en medio de obras y esto va a durar hasta la Copa del Mundo", señaló un joven catarí, preocupado porque su país no esté preparado para dentro de un año, cuando desembarque uno de los eventos deportivos más esperados del planeta.
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"Numerosas carreteras en Doha se han construido sin un sistema de drenaje apropiado, cada vez que llueve están inundadas", explicó una fuente sobre los trabajos que se están realizando en la ciudad.
Según las mismas, las autoridades "se precipitan ahora" para instalar el drenaje, incluso en carreteras terminadas desde hace mucho tiempo.
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Como en otros países del Golfo, donde solo llueve unos pocos días al año, Catar suele tener episodios esporádicos de fuertes lluvias entre noviembre y diciembre, cuando se disputará el Mundial.
En el pasado, el rico emirato del Golfo ha sufrido la inundación de pasajes subterráneos, con coches bloqueados e incluso residentes aprovechando para practicar deportes náuticos improvisados.
'Prevenir las inundaciones'
Catar ha previsto 3.900 millones de riyals (unos 947 millones de euros, 1.073 millones de dólares) del presupuesto de 2021 para "desarrollar estaciones de drenaje, instalaciones de tratamiento de agua, redes de bombeo y evacuación de agua de lluvia en varias regiones para prevenir las inundaciones ligadas a la lluvia", según las autoridades.
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Los responsables del Mundial siempre han destacado que debido al pequeño tamaño del emirato, el trayecto más largo entre los ocho estadios será inferior a 45 minutos.
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Pero los atascos de tráfico y la llegada de una avalancha de seguidores extranjeros podrían incrementar este cálculo.
Catar ha gastado miles de millones de dólares en su red de metro ultramoderno, pero por el momento solo lo utilizan los trabajadores migrantes. Y a pesar de que hay vagones de primera clase, la mayoría de los cataríes y de los expatriados occidentales prefieren los imponentes 4x4 y otros coches de lujo.
'Desarrollo urbano'
Ashghal, la autoridad encargada de los trabajos públicos, asegura que las carreteras principales de Catar están casi listas al 100% para unir "los ocho estadios con una red rápida que evite cualquier atasco a los usuarios".
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"Además estas carreteras unirán estaciones de metro y de bús, así como centros comerciales para los hinchas del Mundial", precisó Salem al-Chawi, director adjunto de las infraestructuras de transporte.
En la ciudad de Doha las obras se han completado al 70%, según Al-Chawi.
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"Estos trabajos por definición toman mucho tiempo para el periodo de concepción y la puesta en marcha. Entendemos que los conductores sufren pero queremos estar seguro de que terminen a tiempo para la Copa del Mundo", subrayó.
A la espera, los cerca de 1,2 millones de habitantes de Doha se impacientan. Mohammed, chófer de Uber y originario de Bangladesh, vive en Catar desde hace 15 años. Intentar combatir como puede los atascos.
"Ahora prevengo a los clientes y les pido sistemáticamente si conocen un atajo para evitar que estén descontentos. Para mí también es una pérdida de dinero cuando estamos bloqueados, hacemos menos carreras", señaló.