Cinco minutos antes del inicio del encuentro entre el París Saint-Germain (PSG) y el Estrasburgo, los ultras del club parisino pitaron a Kylian Mbappé cuando su nombre fue anunciado por la megafonía.
Sin embargo, el número 7 se redimió marcando el 2-0 en el 24 y asistiendo a Julian Draxler para el 3-0 dos minutos más tarde.
Mauricio Pochettino, técnico del PSG, saludó efusivamente al joven prodigio francés.
El descontento de los seguidores más radicales se relaciona a la falta de acuerdo entre la dirección del PSG y Mbappé para renovar un contrato que vence en 2022.
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Según la prensa, Mbappé no desea renovar y el Real Madrid sería su destino.