Hace 4 meses, con la muerte de Fabiola Posada, la recordada Gorda Fabiola, el humorista de Sábados Felices Nelson Polanía, más conocido como Polilla, perdió a su esposa, a su amante, a su cocinera favorita, a su mejor amiga, a su compañera de trabajo, a su consejera, a la madre de su hijo, su mundo.
En el Expediente Final que rinde homenaje a uno de los íconos del humor en Colombia, Polilla reveló, en medio de la tristeza que aún lo embarga, que La Gorda Fabiola era “su proyecto de vida” y que “cuando ella muere estábamos en una traga la hijuemadre”.
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Tanto él como la querida humorista en algunas de sus presentaciones hacían chistes de cómo sería su aparición en el programa Expediente Final, de Caracol Televisión, por lo que el viudo de La Gorda Fabiola reconoció que se trataba de una entrevista muy difícil: “Se siente uno raro haciendo este programa ya en serio, es como enfrentar otra realidad dura”.
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Y es que para nadie es un secreto que la relación entre Polilla y La Gorda Fabiola era como de película y estaba llena de amor y humor, por lo que el fallecimiento de la comediante le dejó un vacío gigante a su esposo.
“Siento que a veces como que uno desfallece, como que a veces son muchos recuerdos. Ya a uno le duele como el corazón, siento a veces como un despecho grande, pero es un despecho raro porque es nunca volver a encontrar esa persona”, lamentó el también actor.
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El primer diciembre sin La Gorda Fabiola
Fabiola Posada murió el 19 de septiembre de 2024 y, aunque con su partida las risas se hicieron a un lado por un tiempo, sus familiares, amigos, colegas y seguidores no escatiman esfuerzos para rendirle homenaje de la mejor manera: recordándola como una gran mujer, llena de amor y mucho humor.
Sin embargo, el duelo ha sido una carga dura de llevar, pues con el corazón quebrado Polilla y su hijo David tuvieron que enfrentar a los pocos meses, entre otras, su primera Navidad y fin de año si ella.
“El 7 de diciembre era el único día que nosotros teníamos ese compromiso de estar juntos, por encima el trabajo, por encima de todo. Ese día decidí armar la Navidad, ese día fue que decidí enfrentar ese dolor, porque yo le decía a mi hijo ‘yo no puedo dejar esta Navidad sin sacar el nacimiento, sin sacar las cosas, porque entonces el otro año qué voy a hacer’”, comentó Polilla.
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El 31 de diciembre también tuvo una carga emocional muy fuerte para el eterno enamorado de La Gordita Fabiola, pues cuando viajaban juntos para despedir el año tenían por costumbre renovar votos matrimoniales.
“Habíamos prometido estar juntos hasta viejitos, lo habíamos prometido, y entonces uno ahí es cuando se da cuenta uno que los planes que uno tiene no son los mismos planes de Dios”, subraya Polilla, quien no puede evitar que las lágrimas asomen cuando recuerda la voz, la alegría inigualable y el amor inmenso que siempre entregaba La Gorda Fabiola.