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La faceta de piloto de Luz Piedad Eusse, la primera mujer en ganar el campeonato TC 2000

Atrevida y perseverante, Luz Piedad Eusse decidió materializar su pasión por el automovilismo compitiendo en el exigente TC 2000. “Ella era feliz en esos carros de velocidad”, recordaron sus cercanos.

El TC 2000 es uno de los campeonatos de automovilismo de velocidad más conocidos del país. Aunque empezó en 2004, le tomó poco más de una década tener una mujer en el primer puesto de la Clase B de la competencia. Luz Piedad Eusse , la piloto detrás de este gran título.

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La periodista y modelo Luz Piedad Eusse hizo historia al convertirse en la primera mujer en quedar campeona de la Clase B del TC 2000. La hazaña la logró en 2015, un hecho que dispararía su carrera.

Quienes conocen el tema automovilístico destacan que muchos de los pilotos del TC 2000 han tenido trayectorias exitosas, llegando a quedar en importantes lugares de competencias internacionales. Ricardo Soler, director del TC 2000, aseguró que en la mente de Luz Piedad Eusse, Lupi, como le decían sus cercanos, se metió la idea de participar en la competencia.

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"Compramos un Aveo y en la calle nos pusimos a desbaratarlo. Nos echaron la Policía porque parecía que estuviéramos desvalijando un carro", recordó jocoso Joaquín Rincón, viudo de la periodista de Blu Radio.

Camilo Becerra, coach espiritual de Luz Piedad Eusse, destacó que el principio fundamental con el cual trataron este reto era que, más que una competencia, la intención de participar del TC 2000 era divertirse y cumplir un sueño.

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El día que ganó, la emoción le recorrió el cuerpo, sin embargo, su padre, Germán Eusse, admitió que tuvo miedo de que su hija fuera piloto, puesto que pensaba que esto podía ser peligroso. "Yo nunca he servido para la velocidad, pero ella sí. Ella era feliz en esos carros de velocidad", comentó.

En conversación con Expediente Final, Becerra destacó que el que ella ganara el TC 2000, una competencia donde hay un alto nivel y preparación en los pilotos, impulsó a que otras mujeres se empezaran a entusiasmar mucho más por las carreras en el autódromo. "Lupi era arrojada, era sin miedo. Ella no nació para el miedo", acotó.

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