Carlos Huertas, cantor de Fonseca, reflejó la tristeza de sus últimos días en una canción

Carlos Huertas fue un juglar que se inmortalizó gracias a sus composiciones, uno de sus últimos escritos fue un reflejo del valor de la amistad. En la canción 'La carta', el hombre conocido como el cantor de Fonseca, plasmó la tristeza que sentía por tener gran cantidad de amigos en su época de parranda, pero pocos cuando su salud empezó a flaquear.

La reflexión de la última canción de Carlos Huertas

En una de sus últimas composiciones, el artista que falleció a los 55 años le hizo frente a la soledad que vivía cada vez que estaba más cerca de la muerte.

La salud de Huertas empezó a empeorar porque sufría de hipertensión severa, lo que le causó varios infartos. "Se fue enfermando, ya no podía salir ni trasnochar, entonces él dice que recurrió a muchos amigos y algunos no le contestaban el teléfono", recordó Javier Pérez Parodi, experto en folclor vallenato.

Su hijo Carlos Gardel Huertas señaló a Expediente Final que "eso fue de las cosas que a él más le dolieron, el abandono del público, de la gente, de los artistas a los que él les dio tantos éxitos y tantas canciones".

Carlos Huertas reveló en 'La carta' que en su momento de mayor éxito estuvo rodeado de mucha gente, pero pasado el tiempo contaba con pocos amigos. "Lo que pasa es que cuando usted tiene el cuarto de fama, pero él lo dice en 'La carta', a la medida que pasa el tiempo y la fama va decayendo, sus amigos se van alejando", aseguró Julio Manuel Larios, escritor del libro 'Buscando mis huellas'.

Así empeoró la salud de Carlos Huertas

El cantor de Fonseca tenía un gran estado físico; sin embargo, a los 61 años su salud empezó a empeorar. Carlos Huertas sufrió cinco infartos y, aunque se veía minimizado, seguía firme.

Javier Pérez Parodi, experto en folclor vallenato, aseguró que "a veces dicen que al músico la vida les pasa factura, empiezan a salirte el trasnoche, el trago, la vida de exceso, a cierta edad el cuerpo te pasa la factura de cobro".

Al final de sus días, fue una embolia cerebral la que lo fue dejando sin movilidad primero y luego sin habla. Finalmente, falleció el 18 de septiembre de 1999 a los 64 años.