Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Muchos conocidos y seguidores recuerdan a Germán Gutiérrez de Piñeres como un apasionado hincha y jugador en la historia del equipo bogotano Millonarios, pero también por aquellos años en los que el alcohol lo llevó a tocar fondo.
Germán Gutiérrez vivió todas las etapas del fútbol, pasando de ser hincha a jugador, luego entrenador y comentarista deportivo. Su historia se remonta a la década de los años 80, cuando vivió los triunfos del equipo capitalino, pero también conoció el lado más oscuro de la gloria y pasó por una dura depresión.
(Lea también: Andrés Landero, autor de La pava congona: la historia desconocida del rey de la cumbia )
A pesar de provenir de una familia costeña, Germán sintió una conexión profunda con Millonarios desde muy pequeño. Su padre esperaba que estudiara medicina, pero muy joven abandonó Barranquilla y se radicó en su natal Bogotá, buscando cumplir el sueño de ser futbolista profesional .
Publicidad
"Él siempre me hablaba de cómo creció viendo a las grandes figuras y jugadores, y cómo pudo compartir plantel con muchísimos de ellos, muchísimos de los que fueron sus ídolos", señaló a Expediente Final su hijo Juan Pablo Gutiérrez.
Rápidamente su talento lo llevó a formar parte de las divisiones menores del equipo y empezó a construir una carrera profesional que duró doce años, siempre portando la camiseta azul, algo que muy pocos jugadores consiguen y que es muy respetado entre los hinchas. En ese tiempo, logró consagrarse campeón en tres ocasiones: 1978, 1987 y 1988; pero también protagonizar algunas polémicas.
Publicidad
Su entrega en la cancha era total, tanto que muchas veces sus emociones sobrepasaban los límites, al punto de convertirse en "el jugador más amonestado en la historia de Millonarios", según la periodista deportiva Estefanía García. Además de su personalidad irreverente, terca e impulsiva, también causaban conflicto sus excesos con la rumba y su relación con Gonzalo Rodríguez Gacha .
"Mi papá y Gonzalo Rodríguez Gacha tenían una buena relación", señaló el hijo del exfutbolista de Millonarios y resaltó que en varias ocasiones Germán se comunicó con 'El mexicano' para pedirle favores. Sin embargo, esa cercanía con el segundo del Cartel de Medellín lo llevó por un camino que lo acercó a los excesos.
En 1988, una lesión en la columna lo obligó a someterse a una cirugía de urgencia y su carrera como futbolista entró en declive, por lo que finalmente tuvo que retirarse, algo que le causó una profunda tristeza. Germán Gutiérrez de Piñeres no podía alejarse del fútbol y encontró en la dirección técnica una nueva forma de seguir en el deporte.
El equipo de su vida le brindó la oportunidad de dirigir las divisiones menores, lo que en ese momento representó una gran alegría para él. Sin embargo, nunca pudo cumplir su deseo de dirigir el equipo profesional y, en el año 2002, su mundo se vino abajo cuando Millonarios decidió retirarlo de las divisiones menores.
Publicidad
(Lea también: En Expediente Final, la historia desconocida detrás de la muerte del Teacher Berrío )
"Al ídolo de Millonarios lo han sacado de Millonarios y por la puerta trasera. Yo no lo podía creer, no lo podía entender. Entonces, ahí entré en una profunda depresión", confesó en el programa La Red hace varios años. La frustración lo llevó a una espiral de autodestrucción, refugiándose en el alcohol y abusando de los medicamentos psiquiátricos.
Publicidad
A pesar de los intentos de rehabilitación, escapó varias veces de los centros donde fue internado. La situación empeoró hasta el punto de terminar durmiendo en los parques y deambulando por las calles de Bogotá, completamente solo, sumido en la desesperanza y contemplando acabar con su vida.
"Hay un antes y un después, cuando mi papá sale de Millonarios, no como jugador profesional sino como director de división de menores, porque ahí mi papá empezó a verse sin rumbo", recordó su hijo. Por su parte, Darío Ángel Rodríguez, periodista y gran amigo de Germán Gutiérrez reveló que el mismo exfutbolista le había confesado que su día más difícil fue "cuando se levanta pensando en ir al entrenamiento y se acuerda que ya no".
A pesar de sus caídas, Germán logró poco a poco recuperar el rumbo siguiendo con su carrera como comentarista deportivo. Pero también encontró una nueva motivación al empezar a dirigir el equipo de padres de familia del Colegio San Carlos de Bogotá.
En 2022, Germán Gutiérrez comenzó a sentir molestias en el corazón y se sometió a algunos exámenes médicos que determinaron que la parte izquierda de su corazón estaba muy grande. Fiel a su carácter, guardó silencio ante su familia y prefirió enfrentar su última batalla en soledad.
Publicidad
"No le notificó a nadie lo que estaba pasando con su corazón. Siempre me decía: 'no te preocupes por mí, yo ya viví mi vida, es tiempo de que tú vivas tu vida'. Creo que es uno de los consejos que más me marcó de mi papá", aseguró su hijo Juan Pablo.
El desenlace de su vida llegó de la manera más simbólica posible: viendo fútbol. Fue el 2 de julio de 2024, durante el partido de la Selección Colombia contra Brasil en la fase de grupos de la Copa América. La emoción del empate 1-1 le jugó una mala pasada y al final del encuentro un infarto fulminante le arrebató la vida.