El expresidente de Colombia, Belisario Betancur, tuvo que enfrentar dos desastres naturales que marcaron al país: el terremoto de Popayán y la tragedia de Armero. Además, durante su mandato, se produjo la violenta toma del Palacio de Justicia y el asesinato del ministro de Justicia de la época, Rodrigo Lara Bonilla. Ese es el Expediente Final del político, quien falleció el diciembre del 2018.
La vida de Belisario Betancur
Belisario Betancur enfrentó varias batallas a lo largo de su vida, incluyendo sobrevivir a la pobreza y sobrellevar el dolor de perder a sus siete hermanos cuando eran niños.
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Nació en un hogar humilde, pero siempre tuvo el sueño de salir adelante y se fijó metas claras en su camino. Poco a poco, fue descubriendo en los libros una pasión por la lectura y la imaginación propia de un niño.
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Para alcanzar sus sueños, tuvo que enfrentar y superar muchos obstáculos. Se radicó en Medellín, donde tuvo que dormir en espacios públicos hasta que logró estabilizarse. Aunque soñaba con ser arquitecto, se graduó como doctor en Derecho y Economía.
La literatura lo seducía y el periodismo lo apasionaba; fue un columnista insuperable. En 1945, inició su carrera política como diputado a la Asamblea de Antioquia por el Partido Conservador. Posteriormente, llegó a la Cámara de Representantes. Además, fundó la editorial Tercer Mundo, que durante 30 años impulsó más de mil títulos en Colombia.
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“Belisario, desde muy joven, fue una persona apegada a las letras y a la cultura”, afirmó el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Jaime Arrubla.
En 1950, se radicó en Bogotá y comenzó a trabajar en la revista Semana. Mientras estaba allí, el entonces presidente de la República, Laureano Gómez, lo invitó a formar parte del equipo de columnistas del periódico El Siglo.
Con el tiempo, su amistad con Laureano Gómez se fortaleció. Defender sus ideas a través de sus escritos le costó ser privado de su libertad en 14 ocasiones, durante las cuales fue maltratado en muchas de ellas.
A lo largo de su carrera profesional, se destacó como concejal, diputado, congresista, profesor, ministro de Educación y Trabajo, e incluso como embajador en España. A pesar de haberse postulado a la presidencia tres veces, logró la victoria en la cuarta oportunidad en 1982, siendo apoyado por el sector laureanista del Partido Conservador.
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Así enfrentó dos tragedias que marcaron la historia de Colombia
El 31 de marzo de 1983, el terremoto en Popayán dejó 300 personas muertas y más de 10.000 damnificados. Además, destruyó aproximadamente 2 mil viviendas, ocasionando daños irreparables y devastadores.
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“Yo creo que realmente la presidencia de Betancur fue marcada por la tragedia. Empezamos y a muy poco tiempo, vino el terremoto de Popayán, que además ocurrió en plena Semana Santa, una paradoja”, mencionó el filósofo Juan David Uribe.
Toma del Palacio de Justicia
Belisario Betancur también enfrentó la Toma del Palacio de Justicia y la Tragedia de Armero, ambas en 1985.
El 6 de noviembre de ese año, el M-19 llevó a cabo la Toma del Palacio de Justicia, donde tomaron como rehenes a cerca de 300 personas, entre ellas magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Este hecho dejó 111 personas asesinadas, incluyendo civiles, guerrilleros y oficiales.
“Yo creo que el presidente desde el principio dijo ‘a mí no me viene a amenazar para negociar’. Acuérdense que en ese momento en M-19 mandó un casete, donde exigía la presencia de él en la Plaza de Bolívar para hacerle un juicio popular”, afirmó el secretario general de la Presidencia de Belisario Betancur, Víctor G. Ricardo.
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Tragedia de Armero
Luego de ese fatídico episodio, ocurrió otra tragedia: una avalancha que hizo desaparecer a la población de Armero, tras la erupción del volcán Nevado del Ruiz la noche del 13 de noviembre de ese mismo año, después de 69 años de inactividad.
El desastre natural dejó un saldo de 25 mil personas fallecidas, miles de heridos y desplazados. Muchas historias dolorosas impactaron al país, como el caso de la niña Omayra Sánchez, quien se convirtió en el símbolo de esa tragedia. Este hecho marcó profundamente la vida del entonces presidente Belisario Betancur.
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Los últimos días de Belisario Betancur
En 1983, le fue otorgado el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Iberoamericana y en 2007, le fue entregado el XXI Premio Internacional Menéndez Pelayo por su exitosa labor en la educación y la paz.
Después de su presidencia, se dedicó a promover y apoyar el arte y la cultura del país. Fue autor de numerosos libros sobre educación, economía, política y sociología. Se refugió en la pintura de la mano del maestro David Manzur. Se radicó en Barichara, Santander, donde trabajó en varias obras sociales.
A pesar de su alegría y el gozo que encontraba en la vida, llevaba años combatiendo la diabetes. Belisario Betancur falleció a los 95 años en la clínica Fundación Santa Fe, en Bogotá, luego de ser ingresado por problemas renales.