El dolor por el asesinato del futbolista Andrés Escobar
es imborrable. Medellín no olvida aquel fatídico 2 de julio de 1994, el día en el que se cometió el atroz crimen que dividió en dos la historia del fútbol mundial.
El homicidio de Andrés Escobar fue exactamente diez días después de un partido que trajo consecuencias fatales. La selección Colombia era una de las preferidas para ganar el Mundial de Fútbol de EE. UU., el planeta amaba a los futbolistas nacionales, pero la desilusión por la participación de ellos fue enorme.
"Andrés fue la gente y fue tan natural, fue tan sencillo, tan humilde, tan auténtico, que era un hombre que no tenía que fingir absolutamente en nada", comenta su hermano, Santiago Escobar.
El futbolista estaba muy enamorado de su novia Pamela Cascardo y querían llegar al altar. “Habían comprado su apartamento, es más me había llevado a su apartamento feliz de que lo viera, de mostrarme el sitio donde iba a vivir, quería conformar su familia, soñaba con tener hijos, le encantaban los niños y él se moría con mis sobrinos”, agrega Santiago Escobar.
Durante las eliminatorias para el Mundial del 94, Andrés Escobar estuvo alejado de las canchas, sin embargo, hizo de todo para recuperarse y llegar a la cita orbital, durante la cual hasta el técnico Francisco Maturana
recibió amenazas de muerte.
En el juego ante EE. UU., en el minuto 33, sucedió lo inesperado: un autogol de Colombia.
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Sus familiares y amigos cuentan en Expediente Final cómo vivió Andrés Escobar hablan también de por qué no era conveniente que Andrés Escobar se regresara a Colombia y mucho menos que saliera a sitios públicos. Sin embargo, él quiso dar la cara y en confusos hechos fue asesinado en un parqueadero en Medellín.
De la voz del fiscal, se conocen los detalles de la captura del asesino de Andrés Escobar.
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