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Así fue como Heriberto Fiorillo salvó La Cueva, el emblema de los intelectuales de Barranquilla

El impacto del trabajo de Heriberto Fiorillo en la cultura es innegable, especialmente después de que logró revivir La Cueva, uno de los sitios más emblemáticos de Barranquilla. Vea aquí cómo lo hizo.

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Pese a que Heriberto Fiorillo recorrió diferentes lugares del mundo, su deseo siempre fue regresar a su natal Barranquilla. En un plan para mantenerse en ella, el periodista se puso en la tarea de revivir La Cueva, el sitio por excelencia de las mentes intelectuales de la ciudad.

Claudia Muñoz, viuda de Heriberto Fiorillo recordó que al periodista "le dio mucho guayabo" ver que La Cueva iba a ser convertida en una droguería, entonces en compañía de otros amantes a la cultura comenzó a luchar porque el centro de los intelectuales barranquilleros no muriera. "Él se enamora del espacio, de lo que pasaba aquí", destacó.

Aunque no fue fácil, su arduo trabajo dio frutos, pues en 2002 La Cueva fue declarada por el Ministerio de Cultura de Colombia como bien público nacional, lo que ayudó a que este lugar se convirtiera en uno de los iconos de la ciudad.

"La Cueva se convierte en un referente cultural de Barranquilla, cuando por muchos años estuvo casi que abandonada y dejada en el olvido", destacó Alexandra Falla, directora de la Fundación Patrimonio Fílmico Colombiano.

Miguel Iriarte, director ejecutivo de la Fundación La Cueva, aseguró que este lugar está inundado de música colombiana, rumba, libros, talleres, conferencias y conversatorios, además de ser la cuna del Carnaval Internacional de las Artes.

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"Él llevó al festival de Barranquilla a muchos personajes que en Colombia seguramente no habrían llegado. Siempre consiguió amigos que los entrevistaran y siempre fue una fiesta lo que él hacía", comentó el escritor Daniel Samper.

La Cueva fue, sin lugar a dudas, el espacio favorito de Heriberto Fiorillo. La comida, la música, la cultura, el baile y el ambiente que se respiraba en ella lo hacía inmensamente feliz.

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"Pasábamos extraordinario, hablamos de literatura, de periodismo, oíamos música, nos divertíamos, contábamos cuentos", recordó el periodista Álvaro García.

Aunque Heriberto Fiorillo ya no está con nosotros, su legado continuará por siempre en La Cueva.

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