Velaciones, cremaciones y entierros, son algunas de las alternativas que ofrecen las funerarias para darle el último adiós a su compañero.
La muerte de nuestra mascota es una vivencia a la que tarde o temprano nos tendremos que enfrentar, y que nos puede causar un trastorno emocional tan relevante como el que experimentamos al perder a una persona querida.
Lo recomendable en este caso es estar preparados, por lo menos en cuanto a trámites se refiere.
“Luna fue nuestra primera y única mascotas. Duró 11 años con nosotros, pero pues se enfermó repentinamente y murió. Entonces eso fue muy rápido, no tuvimos el tiempo de procesar como que se enfermó y murió”, cuenta Olga Lucía García, propietaria de Luna.
Los dueños de animales domésticos saben dónde comprar todo lo que necesitan sus mascotas, pero la mayoría no sabe qué hacer con ellas cuando fallecen. Por ejemplo, ¿sabía usted que puede incluirlas dentro de su plan exequial?
“Ehhh sí... a mi esposo en el seguro funerario que tiene le preguntaron ‘¿usted tiene mascotas?’ y él dijo: ‘sí, yo tengo una mascota y se llama Luna’, entonces le dijeron que la podía inscribir y él llegó y me contó. Yo no sabía eso, no sabía que existía, relata la dueña de Luna.
El servicio no tiene costo adicional y le da la tranquilidad de que, en ese momento de crisis, usted no tenga que ocuparse por los temas logísticos.
“Nos pusieron un asesor, y él nos explicó qué teníamos que hacer. Ellos fueron y la recogieron, la prepararon la pusieron en un ataúd y solo la velaron tres horas. A las tres horas te dicen que si te la entregan, que si quieres cremarla, la creman con químicos, no es en horno, y luego te la entregan en una cajita”, narra Olga Lucía.
Sin lugar a dudas, los tiempos han cambiado.
“Las mascotas son una parte fundamental de las familias porque realmente las personas empezaron a ver y a crear vínculos con las mascotas”, explica Roberto Estupiñán, gerente de Cremapets.
Ahora existen incluso hornos crematorios exclusivos para mascotas.
“Cremapets es un lugar que fue creado para ayudar con el proceso de despedida de las mascotas, de una manera apropiada para que puedan cerrar ese ciclo. Le damos la opción a las personas de que puedan venir a nuestras instalaciones, esperar el proceso de creación de la mascota y de una vez les entregamos las cenizas”, señala Roberto Estupiñán.
Existe la opción de cremación colectiva o individual y usted puede estar preparado para esta calamidad a través de pólizas exequiales.
“Damos un título para que la persona lo pueda pagar una única vez, no es necesario que comience a pagar un seguro mensual, durante 15 años, eventualmente lo puedes donar y lo puedes usar en el momento que quieras”, puntualiza el gerente de Cremapets.
Pocos están preparados para enfrentar el duelo. Uno que no es menor cuando se trata de la partida de una mascota.
“Entonces si ven que requieres de un acompañamiento psicológico también le preguntan a uno, ellos identifican hasta eso, quien es la persona más afectada”, comenta Olga Lucía, la duela de Luna.
“Clínicamente yo puedo decir que el efecto que tiene el duelo en una persona es tan fuerte si es un humano o si es una mascota”, advierte Mariana Mejía, psicóloga.
“Como sociedad somos un poco resistentes a valorar todas esas emociones que afloran cuando perdemos una mascota. Es completamente necesario iniciar todo como con un ritual de despedida, que marca el inicio del proceso de duelo”, resalta Roberto Estupiñán.
“Mi función es acompañar y de alguna manera hacer un poco más llevadero ese momento tan difícil, principalmente en esas primeras semanas porque es cuando realmente la persona siente el vacío de la mascota que ya no está presente”, explica Mariana Mejía.
Y un buen comienzo para elaborar el duelo, es darle una despedida digna a un ser que nos entregó su amor.
“Hay muchas personas que dicen, ah no, ¿por qué no lo echas en una bolsa de la basura y lo botas? No, porque tú no echas a los seres que quieres a la basura, tú le das una sepultura digna. Es casi que un acto monstruoso hacer una cosa de esas”, recalca Olga Lucía García.
Y además de monstruoso, va contra ley y tiene una sanción económica.
Cuenta la leyenda del puente del arcoíris, que cuando los ángeles de cuatro patas se despiden de nosotros, y con un suspiro dejan escapar su último adiós, atraviesan este puente. Al otro lado, se encuentran prados y colinas en los que pueden correr, jugar y disfrutar de su inocencia, sin dolor, sin sufrimientos.
“Nosotros vivimos de esperanzas y yo espero algún día encontrarme con mi Max. Según esta leyenda voy a encontrarme a mi Max y todas sus enfermedades que tenía se le han curado y va a estar esperando a que yo llegue”, añora Roberto Estupiñán, gerente de Cremapets.
Updated: agosto 03, 2019 02:53 p. m.