Para aquellos que aún no estén familiarizados con el término, las almohadillas de los perros son las estructuras ubicadas en sus patas, captando la atención por su variada textura y forma. Estas pueden ser delgadas, peludas, grandes, suaves o flexibles, según la especie.
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Ahora, es crucial comprender la función de estas almohadillas y cómo cuidar adecuadamente esta área en las mascotas. Aunque son naturalmente resistentes y están diseñadas para permitir que los perros corran y caminen sin dañarse, es esencial reconocer su sensibilidad y prestar atención para garantizar que siempre se mantengan en óptimas condiciones.
¿Por qué son tan importantes las almohadillas de los perros?
Los perros cuentan con cuatro almohadillas que contienen depósitos de grasa, cumpliendo la función de proporcionar elasticidad para reducir el impacto al apoyarlas en el suelo y amortiguar los golpes mientras corren.
Estas almohadillas están equipadas con glándulas sudoríparas encargadas de mantenerlas húmedas para prevenir agrietamientos y regular la temperatura. Por lo tanto, sus paticas deben estar en buen estado, suaves y no presentar sequedad ni grietas.
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Además, una curiosidad interesante sobre estas almohadillas de los perros es que cuando frotan sus patas contra el suelo después de hacer sus necesidades, están marcando territorio con su olor mediante estas glándulas.
¿Cómo cuidar las almohadillas de los perros?
Manténgalas hidratadas
Para mantener las almohadillas de los perros en buen estado, es esencial prevenir grietas y heridas. La falta de hidratación y la exposición a objetos punzantes son dos causas comunes. Para protegerlas, se pueden utilizar productos como crema hidratante, aceite de oliva, vaselina, aloe vera, aceite de coco y rosa mosqueta.
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La temperatura es clave
La temperatura juega un papel importante. Caminar sobre asfalto caliente o hielo puede causar quemaduras graves. Es fundamental tener precaución al elegir el terreno para pasear a su mascota y evitar suelos específicos en condiciones climáticas extremas.
Heridas en las almohadillas
Las heridas por erosión suelen ser el resultado del roce y desgaste de la piel, especialmente en suelos duros o con exceso de ejercicio. En casos más graves, la almohadilla del perro puede llegar a estar en carne viva. También es posible que se lesionen por falta de actividad, ya que la piel se vuelve más blanda y delicada. Para caminatas extensas o terrenos complicados, el uso de botas protectoras puede ser beneficioso.
Pelo entre los dedos
Si su perro tiene mucho pelo entre los dedos, es recomendable recortarlo regularmente para evitar la formación de nudos. El pelo interdigital puede acumular sudor y suciedad, dificultando el caminar con normalidad.
Bañarse excesivo las almohadillas
En el caso de bañarse, se aconseja limitar el tiempo a no más de 15 minutos seguidos, ya que el contacto prolongado con el agua puede ablandar las almohadillas. Al salir, existe el riesgo de que la parte superficial se despegue al caminar y rozar contra el suelo.
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Enfermedades más comunes en las almohadillas de los perros
Hiperqueratosis plantar:
- Aumento del grosor del tejido queratinizado.
- Provoca engrosamiento y endurecimiento de la piel, con grietas y sequedad.
Dermatitis por contacto:
- Reacción alérgica a productos químicos o alérgenos ambientales.
- Resulta en enrojecimiento, hemorragias y lesiones erosivas.
Vitíligo plantar:
- Enfermedad genética que causa falta de pigmentación en la piel.
- No afecta la calidad ni el bienestar del animal.
Hongos:
- Pueden ser causados por humedad excesiva, dermatofitosis, bajada de defensas o infección secundaria en las almohadillas de los perros.
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