En medio de las situaciones económicas difíciles, las personas creyentes se suelen aferrar a la religión para encontrar esperanza. Particularmente en la iglesia católica, hay un santo conocido por hacer milagros a quienes necesitan ayuda para encontrar un trabajo o superar la pobreza.
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Se trata de San Pancracio, un niño que quedó huérfano a temprana edad y fue criado en Roma por su tío, quien lo introdujo en la fe cristiana. A medida que Pancracio crecía, su fervor por la fe se fortalecía, pero las autoridades de la época veían con recelo la propagación del cristianismo, lo que significó la muerte del menor.
A la corta edad de catorce años, fue ahora santo, fue arrestado y enfrentó un cruel destino por su negativa a renunciar al cristianismo. Su asesinato ocurrió el 12 de mayo del año 304 d.C., convirtiéndolo en uno de los mártires más pequeños de la historia cristiana.
Muchos jóvenes en busca de empleo recurren a su intercesión, confiando en su poder para encontrar oportunidades laborales. A pesar de los siglos transcurridos, la devoción a San Pancracio perdura y se le dedica un día entero cada año: el 12 de mayo; sin embargo, se puede acudir a él en cualquier momento.
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Oración a San Pancracio para conseguir trabajo
"Glorioso mártir de Jesucristo, amable protector mío, San Pancracio, ya que el Señor escucha tan favorablemente tus ruegos, ayudando espiritual y temporalmente a los que piden sus gracias por tu intercesión, atiende la petición que, con humilde confianza en la bondad de Dios y apoyado en tu poderoso valimiento, elevo al cielo en mi presente necesidad.
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(Aquí hágase la petición que se desea conseguir del Santo.)
Ya que tu grande amor a Dios te animó a ofrecer la vida en testimonio de la fe, obten para mí este mismo amor y esta fortaleza en la práctica y en la confesión de la fe.
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Para alcanzar tu continua protección sobre mí y sobre mi familia, te ofrezco ser fiel en el cumplimiento de la ley de Dios y en los deberes de mi estado, y procuraré agradarte con la frecuente recepción de los santos Sacramentos. Sirviendo a Dios y ayudado por ti, espero gozar de tu compañía en el cielo.
Amén".