Muchas personas disfrutan realizar una oración de la mañana para pedir a Dios consuelo, fortaleza, provisión, esperanza, valor o simplemente para agradecer. Fieles aseguran que esta rutina trae paz y ánimo al corazón, incluso se basan en algunos pasajes bíblicos.
"Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan", dice el libro de Proverbios 8:17.
"(Jesús) levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, salió, y se fue a un lugar solitario, y allí oraba", se puede leer en el libro de Marcos 1:35.
Seis maneras de realizar la oración de la mañana
El portal web SuBiblia compartió cinco formas de realizar la oración de la mañana:
Oración de gratitud por el nuevo día
Gracias, padre Dios, por este nuevo día que me permites comenzar. Gracias por tu cuidado durante la noche y por la salud que me concedes. Señor, gracias porque hoy puedo abrir mis ojos y ver la luz del sol. Gracias porque puedo escuchar a los pájaros y la voz de aquellos que amo. Gracias porque tengo algo para desayunar y un lugar donde vivir. Gracias por la brisa refrescante que me fortalece y me anima. Te agradezco por mi familia y mis amigos, por mi trabajo y por tu cuidado constante.
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Te doy gracias, mi Señor, por la luz de este nuevo amanecer. ¡Cuántas cosas lindas me rodean! Quiero estar atento a la belleza que está a mi alrededor en lugar de enfocarme en lo negativo. Ayúdame en este día a llenar mi corazón de gratitud con el gozo que viene de ti. Quiero tomar decisiones que alegren tu corazón. ¡Quiero vivir dentro de tu voluntad! Ayúdame a agradarte en todo, padre amado.
Por favor, mi Señor, te ruego que cuides y protejas a todos los que amo. Que tu mano poderosa esté sobre cada uno de nosotros en este día, guardándonos de todo mal. Gracias porque somos tuyos por la eternidad. Te alabo, mi Señor. En el nombre de Jesús, amén.
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Oración matinal de alabanza por la protección de Dios
Padre Dios, mi Señor amado. En esta mañana alabo tu nombre y te exalto porque tú eres mi protector. Gracias porque cuidas de mí cada día y me ayudas en medio de las dificultades que se me presentan. Hoy quiero glorificarte en todo lo que hago.
Señor, hoy te alabo y te agradezco por tu poder protector sobre cada uno de nosotros, los miembros de mi familia. ¡No hay nadie como tú! Tu amor no tiene igual. Gracias por tu cuidado amoroso, gracias porque nos libras constantemente de peligros y de los ataques del maligno. Gracias, papá, porque tú nos muestras tu amor de tantas formas diferentes cada día. Ayúdanos a estar atentos a tu intervención, a ser sensibles a tu presencia.
Te alabo y te doy gracias principalmente por Jesucristo, nuestro Salvador. Gracias porque debido a su sacrificio podemos tener la esperanza de la vida eterna. Gracias porque en él estamos seguros por toda la eternidad. El enemigo no podrá arrebatarnos jamás de tus brazos amorosos y protectores.
Padre, ayúdame a vivir seguro en ti, a tener paz constante porque sé que estás conmigo. Gracias por tu compañía, gracias por escuchar mis ruegos y contestar mis peticiones. ¡Te amo, Papá! En el nombre de Jesús, amén.
Oración de gratitud a Dios porque nos escucha
Padre, gracias porque oyes mi clamor cada mañana. Gracias por todas las respuestas de oración que he recibido en mi caminar contigo. ¡Te alabo por tu gran fidelidad! (Oración inspirada en el Salmo 5:3)
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Gracias, Dios, porque escuchas mi voz. ¡Es tan maravilloso saber que puedo acercarme a ti en cualquier momento! Sin importar la situación que yo esté pasando, tú estás conmigo escuchándome, animándome, guiándome. Gracias porque oyes el clamor de mi corazón, ni siquiera tengo que expresar en alta voz lo que anhelo.
Señor, ¡qué lindo es saber que estás conmigo! Gracias por tu presencia que me acompaña de día y de noche. Gracias porque no me abandonas en mis momentos de confusión o incertidumbre. Todo lo contrario, te mantienes a mi lado trayendo claridad a mis pensamientos y a mi corazón.
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Padre amado, ¡quiero vivir para ti! Ayúdame a entender cuál es tu voluntad para mi vida en este día. En el nombre de Jesús, amén.
Oración pidiendo la dirección de Dios
Señor, acompáñame y guíame en este día. Te alabo y te glorifico por todas tus bondades y tu gran amor. Ayúdame a mantener mi vista puesta en ti, Señor amado. Guía mis pasos para que yo sepa lo que debo hacer en medio de cada situación. Son muchas las decisiones que debo tomar cada día, Padre. Ayúdame a ser sabio y a actuar siempre bajo tu dirección. Quiero ser más como Jesús cada día. Enséñame a ser más amable con los demás, a expresar mis opiniones con respeto y con aprecio. Que los demás puedan percibir tu amor a través de mí.
Padre, pongo en tus manos todas las tareas que tengo que hacer hoy. Ayúdame a no estar ansioso por las cosas que debo hacer. Quiero ser eficiente, usando bien mi tiempo y los recursos que tú me has dado. Ayúdame a ser un ejemplo para otros en cuanto a servir con amor. Guíame para que yo haga todo pensando en ti, como una ofrenda para ti.
Ayúdame también a bendecir a mi familia, mis amigos, mis vecinos y mis compañeros de trabajo con mis palabras y mis acciones. Quiero tratar a todas las personas como tú deseas que lo haga, tener un corazón que refleje el tuyo. Quiero brillar para tu gloria en este día. En el nombre de Jesús, amén.
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Oración pidiendo la compañía de Dios
Señor y Padre amado, ¡brilla hoy a través de mi vida! Quiero alcanzar a otros con tu luz y con tu amor. Anhelo que mi corazón esté bien cerca del tuyo hoy. Quiero ser más como tú. ¡Acompáñame en todo momento, Señor! Guíame en todo lo que tengo que hacer y ayúdame a aferrarme a ti en medio del trajín diario. Que yo nunca olvide que cuento contigo en medio de cualquier situación.
Señor, quiero dar importancia a lo que es importante para ti. Que todas mis acciones y mis palabras sean de tu agrado en este día. Guíame y ayúdame, Papá.
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Señor, en este día quiero abrazarme a tu presencia y a tus promesas. Quiero enfocarme en lo que tú dices sobre mí, sobre mi familia y sobre nuestras situaciones. Ayúdame a escuchar tu voz para recibir el ánimo y el consuelo que hoy me quieres dar. Llama mi atención a lo largo del día, que yo no olvide que estás conmigo y que contigo a mi lado, todo estará bien.
¡Quiero regocijarme en ti! Quiero pensar en todo lo bueno que nos has concedido a mí y a mi familia. ¡Tú has sido muy fiel! Hoy quiero mantener mis ojos puestos en ti y andar en el camino que tú deseas. Dame las fuerzas para lograrlo. ¡Te amo, Señor, y quiero vivir para ti! En tus manos estoy hoy y por siempre, amén.
Por otro lado, Aciprensa , agencia católica de noticias en Perú, compartió otro ejemplo para realizar la oración de la mañana:
Señor, en el silencio de este día que nace,
vengo a pedirte paz, sabiduría y fuerza.
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Hoy quiero mirar al mundo con ojos llenos de amor.
Ser paciente, comprensivo, humilde, suave y bueno.
Ver a tus hijos detrás de las apariencias,
como los ves tu mismo,
para así poder apreciar la bondad de cada uno.
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Cierra mis oídos a toda murmuración.
Guarda mi lengua de toda maledicencia.
Que solo los pensamientos que bendigan permanezcan en mí.
Quiero ser tan bienintencionado y bueno
que todos los que se acerquen a mí sientan tu presencia.
Revísteme de tu bondad, Señor
y haz que en este día yo te refleje.
Amén.