Fieles de la Iglesia católica aseguran que la oración
a San Antonio de Padua es muy efectiva a la hora de encontrar pareja o de recuperar un amor perdido. Además, señalan que este santo concede milagros a quienes lo invocan.
¿Quién es San Antonio de Padua?
San Antonio de Padua es un sacerdote venerado en la Iglesia católica y reconocido como uno de los santos más populares y queridos en todo el mundo. Nació en Lisboa, Portugal, en el siglo XIII y vivió una vida dedicada al servicio a Dios y los demás.
San Antonio es conocido por su predicación elocuente. Se le atribuyen muchos milagros, incluyendo la capacidad de sanar enfermedades, encontrar objetos perdidos y ayudar en asuntos relacionados con el amor y el matrimonio. También es reconocido como el santo patrono de los pobres y necesitados.
La devoción al predicador se ha extendido a lo largo de los siglos y es venerado por millones de personas en todo el mundo. Muchos fieles acuden a la oración a San Antonio de Padua para buscar ayuda en situaciones difíciles, intercesión en problemas y para encontrar consuelo espiritual.
El día de San Antonio de Padua se celebra el 13 de junio de cada año en la Iglesia católica. Durante esta festividad, se llevan a cabo procesiones, misas especiales y se realizan actos de devoción en su honor. Así mismo, se comparte pan con los más empobrecidos.
Oración a San Antonio de Padua
Bendito San Antonio, él más amable de todos los santos,
tu amor por Dios y tu caridad por sus criaturas
te hicieron merecedor de poseer poderes milagrosos.
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Con tus palabras ayudaste a aquellos con problemas o ansiedades
y los milagros ocurrieron por tu intercesión.
Te imploro que obtengas para mí… (mencione su petición).
Gentil y querido santo,
con tu corazón siempre lleno de compasión humana,
susurra mi petición al dulce Niño Jesús,
a quien le gustaba estar entre en tus brazos,
y recibe por siempre la gratitud de mi corazón.
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(Rezar tres padres nuestros y tres avemarías)
Oración a san Judas Tadeo: perfecta para casos difíciles y desesperados
Apóstol gloriosísimo de nuestro Señor Jesucristo, aclamado por los fieles con el dulce título de abogado de los casos desesperados, hazme sentir tu poderosa intercesión aliviando la gravísima necesidad en que me encuentro. Por el estrecho parentesco que te hace primo hermano de nuestro Señor Jesucristo, por las privaciones y fatigas que por Él sufriste, por el heroico martirio que aceptaste, gustoso, por su amor, por la promesa que el divino salvador hizo a Santa Brígida de consolar a los fieles que acudiesen a tu poderosa intercesión, obtenme del Dios de las misericordias y de su Madre Santísima la gracia que con ilimitada confianza te pido a ti, padre mío bondadosísimo, seguro que me la obtendrás siempre que convenga a la gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea.