Antes de salir a hablar en público es común sentir sudoración en las manos, temblor en las piernas y hasta sensación de hormigueo en el estómago. Esto se deba, quizás, al miedo a enfrentarse a una multitud.
El conferencista internacional Paco Benítez habla de este problema como un derivado de la ansiedad o los nervios, que se puede controlar mediante diferentes técnicas simples que marcan la diferencia a la hora de realizar una presentación exitosa.
Con el método Public Speaking, Benítez propone una forma de oratoria menos acartonada y más cercana al público que busca conectar desde el discurso para generar credibilidad al momento de exponer las ideas.
Para esto propone algunos consejos que pueden mejorar aspectos simples desde la expresión no verbal:
- Perder el miedo a hacer el ridículo. Es normal equivocarse y no debemos juzgarnos en el proceso.
- Corregir el discurso. En caso de equivocarse es importante recordar que nadie más sabe con exactitud lo que vas a decir, transforma el discurso las veces que sean necesarias.
- Preparar el tema. Más que la presentación, las personas se quedan con las preguntas que tuvieron buenas respuestas.
- Hacer ejercicios de respiración. Antes de salir a hablar en público es importante tomar aire para tranquilizarse.
- Acompañar el discurso con las manos puede denotar seguridad frente al tema.
El conferencista propone también una serie de ejercicios que pueden transformar la forma de comunicar y que se pueden aplicar a la vida diaria para mejorar las interacciones con los demás:
- Hacer ejercicios de vocalización. El más común es poner un lápiz en la boca e intentar hablar, con el tiempo cada vez será más fácil hacerlo.
- Abrir más la boca para proyectar las palabras y hablar despacio. Esto permite que las personas puedan entender claramente lo que queremos decir y nos da más tiempo para pensar.
- Hacer trabalenguas.
- Pausar cuando no haya más que decir y no complementar con palabras que no aporten al discurso, de esta manera denotaremos confianza.
Finalmente, recomienda tomarse el tiempo de entender de dónde surge el miedo o la sensación de intranquilidad a la hora de salir a hablar en público, para poder canalizar y disminuir el sentimiento.
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