La violencia fue una de las realidades que el maestroFernando Botero plasmó en sus obras
. En estos trabajos logró hacer un reflejo fiel de la cruda realidad de la guerra que durante años ha estado en las entrañas del país.
Desde el retrato con el pañuelo rojo de Manuel Marulanda Vélez, uno de los líderes más reconocidos de las extintas FARC, hasta las escenas de los días aturdidos por los estallidos de los carros bomba, Botero no limitó su lienzo para plasmar los momentos más críticos del país.
Las agresiones contra la vida también quedaron inmortalizadas en su obra, como en su pintura ´Masacre de Mejor Esquina´, una representación de la violencia ejercida por los grupos armados criminales en el país.
Sus retratos en óleo meticulosamente detallados no solo atraen a amantes del arte, sino que sirven como testimonio para documentar los años de conflicto que ha tenido que soportar el territorio colombiano.
Con sus manos, Fernando Botero pudo capturar los momentos cruciales de una nación que lucha por la construcción de un futuro de paz y reconciliación.
Publicidad
Para Ingrid Frederick, directora del Museo de la Universidad del Rosario, estos son documentos históricos que son un aporte testimonial para nuestro legado cultural y nuestros acervos patrimoniales.
Por su parte, Laura Zarta, jefe de curaduría del Museo del Banco de la República, lugar donde reposan más de 200 obras del maestro, aseguró que retratar la violencia es una forma de hacer memoria.
Publicidad
"Reconocer la importancia y el amor que el maestro le tenía al país implicaba también reconocer esos momentos de violencia que en diferentes periodos han sido parte de nuestra historia", señaló.
Estas obras se convirtieron en un caso de estudio para los académicos de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, quienes documentaron sus hallazgos en el libro ´La violencia en Colombia según Fernando Botero´.