La razón por la que el guayabo aumenta con el paso de los años: ¿es un proceso natural?

Gran parte de las personas, experimentan una mayor sensibilidad al alcohol. Sin embargo, esto no es solo una percepción. Según expertos, este proceso tiene una base científica que podría respaldarla. Le contamos cuál es la razón por la que el guayabo aumenta con los años.

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A medida que pasa el tiempo, el cuerpo humano experimenta una serie de cambios que afectan la manera en que se procesa el alcohol. Es posible que note que el licor tiene un efecto más rápido y fuerte en usted ahora en comparación con décadas anteriores. Sin embargo, según la comunidad científica, es un fenómeno completamente normal.

¿Por qué el guayabo aumenta con los años?

Uno de los cambios más significativos es la composición del cuerpo. Con el envejecimiento, el porcentaje de grasa corporal tiende a aumentar, mientras que la cantidad de agua en el cuerpo disminuye. Según un estudio publicado en la revista Kidney Research and Clinical Practice en 2023, se encontró que a los 61 años, el agua corporal disminuye hasta el 57% en hombres y el 50% en mujeres.

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El alcohol es una sustancia hidrosoluble, lo que significa que su presencia en el organismo depende en gran medida del contenido de agua. Por lo tanto, con menos agua en el cuerpo a medida que envejece, una cantidad de alcohol que podría haber sido manejable a los 30 años puede resultar en un nivel de alcohol en sangre mucho más alto a los 80 años.

Las diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres también juegan un papel crucial en la tolerancia al alcohol. Generalmente, las mujeres tienen menos agua corporal que los hombres, lo que las hace más susceptibles a los efectos del alcohol. Esta susceptibilidad aumenta con la edad, por lo que una mujer de 68 kilos que consume la misma cantidad de alcohol que un hombre del mismo peso tendrá un nivel de alcohol en sangre más alto.

La acumulación de alcohol en el cuerpo puede llevar a efectos más prolongados y severos. A medida que el cerebro envejece, se vuelve más sensible al alcohol, lo que puede resultar en problemas de coordinación y equilibrio, aumentando el riesgo de caídas. También afecta el juicio, el tiempo de reacción y la capacidad de conducción, factores críticos para la seguridad y el bienestar.