Las relaciones de pareja asimétricas, que se encuentran en diferentes rangos de edad, ha sido un tema de discusión que ha ganado terreno en los últimos años, especialmente en una era mediática donde la vida privada se desdibuja de la pública. Es frecuente escuchar señalamientos negativos dirigidos a personas que deciden compartir su vida con alguien de una edad mayor o menor a la suya, cuestionando las decisiones individuales de los involucrados.
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Este fenómeno se da principalmente por un componente cultural presente en Colombia, donde el factor común de las parejas es que se encuentren en un mismo rango de edad y, en algunos casos, quienes no cumplen con esta condición son mal vistos por la sociedad.
De acuerdo con Herney Pazos, delegado del Colegio Colombiano de Psicólogos y presidente de la Asociación Colombiana de Psicología de la Sexualidad, “el concepto de normalidad es un concepto estadístico”, que tiene que ver con lo que la mayoría de las personas hace.
Asimismo, asegura que la forma de percibir las relaciones de pareja depende de la educación sexual que cada persona ha recibido. “Nadie debe decirle a nadie a quién amar o cómo hacerlo, porque, si eso sucediera, estaríamos en escenarios totalitarios”, donde se coartaría la libertad individual de escoger.
“Cada quien es libre de amar, siempre y cuando ese amor, esas relaciones o esos encuentros sexuales sean de manera consentida”, afirma el experto y explica que lo que es verdaderamente importante en las relaciones de pareja es la felicidad.
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El psicólogo comenta que las relaciones asimétricas pueden llegar a ser parte de una parafilia, definida en sexología y psicología como “comportamientos sexuales exclusivos de minorías”, que en algunos casos derivarían en trastornos y, en otros, harían referencia a una conducta delictiva, en el caso de involucrar menores de edad. En este sentido, una correspondencia de este tipo podría ser un gusto parafílico.
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Pazos expone que cuando se establece una relación sentimental simétrica o asimétrica, pueden existir intereses de por medio en diferentes escenarios, tanto en personas involucradas dentro de un mismo contexto social como en aquellas con distinto poder económico y social. “Los intereses en los cuales se establecen relaciones dependen de cada quien, siempre y cuando no se afecte la dignidad ni la integridad de otra persona”, asevera.
En cuanto a las cuestiones relacionadas al encuentro íntimo, el experto hace una separación entre el deseo y la respuesta sexual. El primero corresponde a un impulso que no se pierde nunca, independientemente de la edad y que varía según cada persona. El segundo está relacionado directamente a una condición física, para la cual se han creado diferentes medicamentos que facilitan el desempeño en la actividad sexual, frente a problemas como la disfunción eréctil, por ejemplo.
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Finalmente, Pazos sugiere que en toda relación sentimental debe prevalecer la comunicación de pareja para establecer prioridades y llegar a acuerdos que permitan fortalecer el vínculo amoroso. “Cualquier decisión que se plantee tiene que ser una decisión que se tome en conjunto. No debe ser impuesta”, puntualiza.