La humanización animal es un término que cada día es más común escuchar y en el que empaquetan indiscriminadamente toda acción de los humanos con sus animales de compañía. Humanizar a una mascota es el acto de atribuirle emociones y cualidades que no le corresponden.
Cuando uno hace a un animal miembro de su familia o le da mucho cariño y mucho amor, no necesariamente lo está humanizando.
“Amar un animal de compañía y considerarlo una parte de nuestra familia es un comportamiento normal que podemos desarrollar los seres humanos ante individuos que nos brindan amor y bienestar”, indicó Angélica Gonzáles, psicóloga y etóloga.
Humanizarlos es desnaturalizar su especie, olvidando que son perros o gatos que tienen comportamientos y necesidades innatas que deben ser satisfechas. Las mascotas deben realizar estas actitudes propias de su especie como, por ejemplo, socializar.
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La médica veterinaria Carolina Alaguna manifestó que algunos dueños no les permiten a sus mascotas estas conductas, las cuales son necesarias para un correcto desarrollo.
“Hay gente que los carga cuando son chiquitos, no permite que se huelan entre ellos, que exploren a través del olfato, jueguen brusco ni abran huecos”, indicó.
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Otros expertos resaltan que existen varias razones por las cuales una persona puede generar una relación inadecuada con su animal de compañía y desdibujar los límites del bienestar.
También, es posible que hayan unas distorsiones cognitivas o emocionales. Sin embargo, puede ser por desconocimiento ya que las personas creen que con esto va a brindar mayor bienestar a sus mascotas.
Tenga en cuenta que creer que las mascotas pueden ser vegetarianos o veganos, que hay que pintarles las uñas, alisarles o teñirles el pelo, castigar al gato porque afila sus uñas, regañar al perro porque intenta olerle la cola a otro perro, pretender que hagan sus necesidades en un sanitario, o que anden siempre cargados o en un coche porque no pueden pisar el suelo, son comportamientos que desnaturalizan a los animales y sin duda tienen efectos negativos en su comportamiento.
No obstante, los problemas de conducta pueden ser causados por muchas otras cosas y no por la humanización animal.
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“No necesariamente tiene que ver con un trato de amor o un trato de excesivo cariño de la familia hacia ellos”, expresó Carolina Alaguna.
Disponerles un espacio, que tenga platos y cama, sentirlos parte de la familia, que duerman con usted, llevarlos como compañía de viaje, buscar atención médica ante algún cambio repentino, brindarles alimentación de calidad, comprarles juguetes adecuados, no tiene nada que ver con humanización. Esto hace parte de la tenencia responsable y el amor que se deriva de la dicha de hacerlos parte de nuestras vidas.
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