Afortunadamente, hoy se tiene la certeza de que los animales de compañía pueden sentir alegría, satisfacción, tristeza e incluso padecer de depresión, y aunque existen diferentes causas, las principales son una baja tolerancia a la frustración y una baja gestión emocional que se da cuando la mascota no es capaz de adaptarse a una nueva situación.
Por ejemplo, el abandono, el maltrato, los cambios de rutina y el desplazamiento por la llegada de un nuevo integrante pueden empezar a entristecer a la mascota.
Se debe tener en cuenta que todas las dolencias psicológicas y psiquiátricas que afectan a los seres humanos, también afectan a los animales, ya sea en mayor o menor medida.
¿Cómo saber si su amigo de cuatro patas está deprimido?
Primero, se debe analizar el comportamiento habitual de su mascota, así podrá notar si hay algún cambio. Usted se puede guiar en si duerme mucho o no duerme, si come de más o no come, o si deja de emocionarse con lo que antes le hacía feliz como salir, jugar o socializar con la familia, pues el aislarse es una señal de alarma.
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Cabe resaltar, que se debe acudir al veterinario para descartar cualquier enfermedad, y de ser posible comunicarse con un experto en comportamiento animal que atienda el estado de salud mental de su peludito.
¿Cómo evitar que su mascota se deprima, o en dado caso, salga de este estado?
Recuerde que el vínculo, como con un ser humano, debe basarse en la empatía, en el respeto y en el amor. Por otro lado, usted puede tomar tiempo de su día para salir con ellos, consentirlos, darles premios y hacer uso de juegos difíciles que ayuden a su mascota a mejorar la gestión emocional brindándoles así, una sensación de bienestar.