Mantener un nivel saludable de energía en el cuerpo es esencial para llevar a cabo diversas actividades diarias. Por ello, cultivar hábitos como caminar, respirar, moverse y crecer se vuelve crucial para equilibrar las labores cotidianas.
Es importante que el ser humano mantenga de manera constante una alimentación adecuada y realice ejercicios beneficiosos para asegurar un equilibrio energético elevado diariamente. De lo contrario, desequilibrios pueden surgir, afectando negativamente la salud.
Entre las consecuencias de un desequilibrio energético se encuentra la reducción de las reservas de grasa, lo que agudiza la pérdida de peso y disminuye la actividad física y la velocidad de crecimiento.
Esto suele ocurrir cuando la ingesta de energía supera las necesidades del individuo. El exceso de energía se transforma en grasa, almacenándose como tejido adiposo, lo que resulta en aumento de peso y la adopción de hábitos que agotan la energía del cuerpo.
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Hábitos que disminuyen la energía
Le traemos a continuación algunos hábitos poco saludables que pueden conducir a un agotamiento tanto físico como mental en las personas:
- Soledad: expertos en salud mental señalan que el aislamiento social puede ser tan perjudicial para la salud como el tabaquismo y la obesidad. Un estudio en personas mayores reveló que aquellos que se sentían solos o carecían de amigos o seres queridos experimentaban deficiencias tanto en su salud mental como física.
- Problemas para decidir: la disonancia cognitiva, caracterizada por conflictos de creencias o pensamientos en situaciones de elección, genera una constante tensión mental que agota significativamente la energía.
- No establecer límites: muchas personas experimentan estrés al sentirse incapaces de decir no en ciertas situaciones, lo que resulta en una falta de poder de decisión y la presión constante de las opiniones ajenas.
- Guardar rencor: este hábito consume una gran cantidad de energía física y mental, ya que implica recordar constantemente los errores pasados en lugar de avanzar hacia una mejor calidad de vida.
- No dedicarse tiempo a sí mismo: para contrarrestar este hábito perjudicial, es esencial reservar tiempo para desconectarse del trabajo y aprovechar el tiempo libre para actividades como tomar una siesta, meditar, leer o disfrutar de un hobbie.
- Alimentarse incorrectamente: los alimentos como comida chatarra, bebidas azucaradas y golosinas, que liberan dopamina en el cerebro, puede volverse adictiva y generar un desgaste de energía posterior, a pesar de proporcionar placer momentáneo.
- Cargar el celular al lado de la cama: aunque pueda pensarse que es por la radiación energética, en realidad, la luz azul de los celulares interfiere con los ritmos circadianos, afectando el reloj de sueño del cuerpo y generando problemas de insomnio.
- No probar cosas diferentes: la rutina diaria puede convertirse en un hábito monótono que impide explorar nuevas experiencias. Por ello, los expertos sugieren realizar cambios pequeños, como viajar, caminar, probar nuevos restaurantes o visitar parques, para activar el cuerpo y aumentar la energía.
- Inactividad física: la práctica regular de ejercicio físico libera dopamina en el cerebro, promoviendo una sensación de bienestar de manera saludable y proporcionando un impulso temporal de energía.
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