En una inesperada y drástica medida, Apple se ha visto obligado a modificar sus últimos relojes inteligentes, Serie 9 y Ultra 2, eliminando la función de monitoreo de oxígeno en sangre. Esta decisión se produce como consecuencia de una disputa de patentes entre Apple y Masimo, una prominente empresa de tecnología farmacéutica. La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, como árbitro en esta contienda, dictaminó que los smartwatches de última generación de Apple violaban patentes de Masimo relacionadas con la pulsioximetría.
La controversia comenzó en octubre cuando la Comisión de Comercio Internacional (ITC) concluyó que los relojes inteligentes de Apple infringían patentes clave de Masimo. Esta decisión llevó a una suspensión temporal de las ventas de los dispositivos justo antes de la temporada navideña. Aunque una suspensión provisional permitió que los productos volvieran al mercado a finales del mes pasado, la batalla legal aún persiste.
Masimo aclaró recientemente que la decisión de la Oficina de Aduanas no implica una prohibición total de importación de los smartwatches de Apple en Estados Unidos. Más bien, la empresa solo exige la eliminación de la función de pulsioximetría para permitir la continuidad de la comercialización de los relojes.
Para cumplir con esta exigencia, Apple ha desarrollado una solución de software alternativa. La semana pasada, la empresa presentó el ajuste a la agencia de aduanas, asegurando que los relojes rediseñados carecen de la tecnología en cuestión. Esta medida, aunque considerada drástica dentro del sector tecnológico, busca evitar sanciones adicionales, incluida la prohibición de importación de los gadgets en cuestión.
A pesar de la eliminación de la función de medición de oxígeno en sangre, Apple no se rinde por completo. Los ingenieros de la compañía trabajan arduamente en una actualización de software que modificará la aplicación y los algoritmos relacionados con la pulsioximetría. Este enfoque podría ofrecer una solución a largo plazo para el problema de patentes, aunque la eliminación de la función es actualmente la vía más rápida para evitar sanciones inmediatas.
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Tamlin Bason, analista de Bloomberg Intelligence, sugiere que Apple podría haber pagado un alto precio para evitar una prohibición de importación en EE.UU. La función de medición de oxígeno en sangre, inicialmente promocionada con entusiasmo, podría haber afectado la demanda de los clientes. Sin embargo, Apple ha comenzado a distribuir las versiones modificadas de los relojes Serie 9 y Ultra 2 a los puntos de venta en EE.UU., aunque las tiendas han recibido instrucciones de no abrir ni vender estos dispositivos hasta obtener la aprobación de las oficinas corporativas de Apple.
En otro frente, se espera que un tribunal federal de apelaciones escuche esta semana una moción de Apple para levantar la prohibición. Aunque la medida se revocó temporalmente mientras se espera una audiencia, la ITC instó recientemente a un tribunal de apelaciones a rechazar los argumentos "débiles y poco convincentes" para bloquear la prohibición de la agencia de comercio. La situación legal sigue siendo fluida, y Apple aguarda ansiosamente una resolución que defina el futuro de sus innovadores relojes inteligentes en el mercado estadounidense.