El ‘embarazo psicológico’ en perros no es una enfermedad, sino un proceso por el cual pasan todas las perritas durante su periodo reproductivo, celo o calor.
Más que embarazo psicológico es un remedo de gestación, pseudogestación o pseudoembarazo.
Inflamación de las mamas es uno de los principales síntomas físicos del pseudoembarazo en perras, que se produce por el desajuste hormonal que se da o tras el estro, o como lo conocemos comúnmente, celo o calor.
“La hormona que más tiene que ver con la pseudogestación es la prolactina, la prolactina va a estar elevada siempre en las perras después de dos meses o dos meses y medio de haber ovulado, y es la que realmente hace que se produzca esta situación”, explica el veterinario Luis Carlos Osorio.
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Se puede producir algo de lactación, algo de leche, alguna descarga en la glándula mamaria, cerosa, trasparente, a veces blanquecina, puede salir o no leche. Eso se deja quieto y solito va a desaparecer, agrega.
En general estos síntomas desaparecen en una o dos semanas y la perrita vuelve a la normalidad, pero en el caso de la pseudogestación clínica sí es necesario el acompañamiento de un médico veterinario, e incluso la medicación.
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En esa etapa puede haber cambios de comportamiento, los animales pueden llevar juguetes a su cama, cambiar su conducta, tornarse agresivas, insomnio, ansiedad y lactar de forma
exagerada.
La sugerencia es no permitir que la perrita se saque la leche y tampoco hacerlo nosotros, pues a mayor estímulo, mayor producción, y se prolongará el pseudoembarazo.
Lo indicado es: supervisión veterinaria y suministro de medicamentos, esto hará que el cuadro no sea difícil de superar.
Si lo que quiere es prevenirlo, la mejor y más responsable opción es esterilizar.
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