La frecuencia y el momento en que una persona elige bañarse no están regidos por una norma universal. Algunos optan por ducharse en horas de la mañana o en la noche, mientras que otros prefieren hacerlo cada dos días. Según expertos, esta elección puede influir en diversos aspectos de la vida cotidiana de cada individuo.
Bañarse no solo es una práctica fundamental para la higiene personal, sino que también puede aportar diversos beneficios a la salud, tanto física como mental. Medical News Today, un sitio web de información y noticias sobre medicina, destaca algunos de estos beneficios:
- El agua caliente dilata los vasos sanguíneos, mejorando la circulación y reduciendo la hinchazón.
- Alivia el dolor muscular, relaja los músculos y articulaciones.
Pese a que tomar una ducha en cualquier momento del día puede traer beneficios para la apariencia y salud de la piel, existen personas que optan por bañarse cada cierto tiempo; sin embargo, algunos expertos aseguran que ducharse podría traducirse a posibles problemas cutáneos.
Así lo destaca la patóloga LaFarra Young, para un artículo del medio digital ‘Betches’, “Si bien los adultos en muchos países se duchan al menos una vez al día, la frecuencia con la que uno limpia su cuerpo realmente depende de algunas cosas, como si sudamos mucho, somos físicamente activos, somos propensos a tener poros obstruidos y acné, o incluso si deseamos estar en compañía de otras personas”.
Así mismo, la doctora Young menciona que la Academia Estadounidense de Dermatología recomienda que una persona debería ducharse por lo menos 2 veces por semana, dado que “permite que nuestro sistema inmunológico se desarrolle fuera de un ambiente estéril”.
Ahora bien, esto también podría variar dependiendo el tipo de piel de cada uno. La dermatóloga Fran Cook-Bolden explica que si tiene piel sensible o padece afecciones como el eccema relacionadas con la piel seca, podría no necesitar ducharse con tanta frecuencia.
Sin embargo, si tiene la piel grasa, suda profusamente independientemente del clima, es muy activo o trabaja en un entorno poco estéril, es probable que considere ducharse al menos una vez al día.
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Aunque esto podría ser excesivo para la persona promedio, ya que podría eliminar los aceites protectores naturales cutáneos y alterar el equilibrio de las bacterias beneficiosas, Cook-Bolden sugiere que, siempre y cuando restaure la hidratación de la piel con emolientes suaves, sin fragancia y a base de ceramidas, es viable.
¿Cuáles son los beneficios de bañarse?
- Higiene: el baño elimina la suciedad, el sudor y las bacterias de la piel, lo que ayuda a prevenir infecciones y enfermedades de la piel.
- Relajación: tomarse un baño caliente puede ayudar a relajar los músculos y aliviar el estrés y la tensión acumulados durante el día.
- Promueve el sueño: un baño caliente antes de acostarse puede ayudar a inducir el sueño al relajar el cuerpo y la mente.
- Limpieza de las vías respiratorias: el vapor del agua caliente puede ayudar a limpiar las vías respiratorias congestionadas y aliviar la congestión nasal.
- Mejora el estado de ánimo: bañarse puede estimular la liberación de endorfinas, las "hormonas felices", lo que puede mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad y la depresión.
- Eliminación de toxinas: el agua ayuda a eliminar toxinas del cuerpo a través del sudor y la limpieza de los poros de la piel.
- Refresca: un baño fresco puede ser revitalizante, especialmente en climas cálidos, ya que ayuda a regular la temperatura corporal.
- Mejora la autoestima: sentirse limpio y fresco después de un baño puede aumentar la confianza y mejorar la autoestima.