Si usted tiene gatos, sabe que estos animales pueden mostrar signos de enojo o irritación de diferentes maneras. Algunas de ellas son muy claras y otras no son evidentes. No obstante, es importante saber cómo calmar a su felino.
¿Cómo saber si su gato está enojado?
Postura corporal
Un gato enojado suele adoptar una postura rígida. Puede tener el cuerpo tenso, el pelaje erizado y la cola baja o moviéndose rápidamente de un lado a otro.
Orejas hacia atrás
Las orejas hacia atrás o aplanadas contra la cabeza pueden ser una señal de enojo en los gatos.
Cola agitada o golpeando
Una cola que se mueve rápidamente de un lado a otro o que golpea de manera agresiva indicaría que el animal está enojado. Una cola erecta y erizada también es un signo de enojo.
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Mirada fija e intensa
Si un gato lo mira fijamente con los ojos abiertos de par en par sería una señal de que está enojado o preparado para atacar. Preste atención a la expresión facial del animal, ya que las pupilas dilatadas y la mirada intensa suelen ser signos de hostilidad.
Grunidos, silbidos o bufidos
Estos sonidos son señales claras de enojo en los gatos. Si un gato los emite, es mejor mantenerse alejado y darle espacio.
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¿Cómo calmar un gato enojado?
Siempre es recomendable respetar el espacio de un gato y observar su lenguaje corporal para evitar cualquier situación conflictiva. Si usted tiene dudas sobre el estado emocional de su felino, es aconsejable consultar con un veterinario o un especialista en comportamiento felino.
¿Si un gato no ronronea es porque está deprimido?
Si un gato no ronronea, no necesariamente significa que esté infeliz. Son animales complejos y pueden expresar su estado emocional de muchas maneras diferentes. El ronroneo es una de esas formas, pero no es la única.
"Normalmente, los gatos muy tímidos casi no ronronean o lo hacen más bajito. Los gatos que son más sociables ronronean mucho más fuerte", agregó la experta.
Por otra parte, hay gatos que ronronean desde cachorros y dejan de hacerlo en su edad adulta. López dice que esto no es un motivo de preocupación.
Si un gato no está ronroneando y también parece tener otros síntomas de enfermedad o dolor, puede ser necesario llevarlo al veterinario para una revisión.