Para entender la condición de un perro con ceguera es necesario reconocer que con los años las mascotas no solo pierden habilidades, también sus sentidos se deterioran. El veterinario Miguel Ladino explica que hay dos tipos.
Está la ceguera periférica, “que involucran la estructura globo ocular” y también existe la ceguera central, cuando “hay alteraciones en los cerebros de nuestras” mascotas.
Carlos y Alejandro viven con un perro con ceguera, su nombre es Mateo. Ellos empezaron a alterarse cuando el animalito no perseguía la pelota, no encontraba el plato de la comida fácilmente, no podía subirse a la cama y “literalmente, lloraba”.
Tenga en cuenta estos cambios en la forma de ser de la mascota, pero también esté alerta cuando vea cambios “en lo que sería el globo ocular. Por ejemplo, cambios en cuanto a la coloración de sus ojos. Ojitos que se vuelven más opacos o más azules”, explica el veterinario Miguel Ladino.
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Pero hay una buena noticia y es que “afortunadamente nuestras mascotas tienen órganos de los sentidos mucho más desarrollados que permiten que la adaptación a una pérdida visual sea mucho más fácil. No quiere decir que no les haga falta, por supuesto es un órgano de los sentidos, pero ellos pueden desarrollar mucho más el olfato, el oído y el tacto para finalmente llevar una vida normal”.
Vivir con un perro con ceguera es más fácil adoptando recomendaciones como no cambiarle de sitio los recipientes de comida y tratar de no cambiar la distribución de muebles en el hogar.
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Los propietarios pueden utilizar su perfume, aplicarlo en sus tobillos para que finalmente nuestra mascota nos ubique por medio del olfato. El tacto también es fundamental, entonces si hay algún obstáculo con el cual nuestro perro se está golpeando de manera frecuente -por ejemplo, una silla- lo que se puede hacer es que se pone un tapete con el cual, cuando nuestra mascota siente el cambio en la textura del piso, va a asociar la textura con un posible obstáculo
No hay necesidad de tomar ninguna medida radical frente un perro con ceguera, ni eutanasia ni abandonarlo.