Según las fuentes especializadas, en el año 2022 existían aproximadamente 2 millones de especies animales
conocidas por el ser humano. Los especialistas dicen que la vida posee un ciclo que se cierra con la muerte y los animales, dentro de su reino, experimentan sus propios ritos y procesos de duelo.
Tomás Palomares Rolandi, veterinario experto en animales exóticos y salvajes, comenta algunas de las particularidades que tienen las diferentes especies animales al enfrentar la muerte de algunos de sus compañeros.
Palomares destaca que en el caso de perros y gatos domésticos, al interactuar en un ambiente hogareño con humanos, desarrollan una emoción extra al convivir con otro animal que es introducido en la casa, especialmente porque estos no suelen tener relación sanguínea directa, pero sí alimentan sentimientos por el individuo de la especie que los acompaña.
“Una pérdida de un compañero suele manifestarse mediante actitudes como pérdida de las ganas de jugar, depresión, acuden a los sitios donde el compañero solía comer o descansar y se nota la falta de actividad”, explica Tomás. Así mismo, aclara el mito de la “muerte por tristeza”, atribuyendo estas recaídas a las acciones anteriormente descritas.
Dentro de los animales salvajes, el veterinario destaca el ritual de los elefantes como “uno de los más especiales que ha podido ver”. Cuando la manada pierde a uno de sus miembros, se observa con regularidad que los elefantes se mantienen en pleno silencio cerca al cadáver durante varios días.
En algunos casos, cuando quien fallece es una de las madres, sus crías la empujan con sus trompas para que se levante y llegan a alimentarla para que se recupere. De igual manera, se ha logrado demostrar que esta especie de mamíferos posee la capacidad de identificar a los fallecidos de su manada al interactuar con sus huesos, especialmente los de la cabeza.
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Otra de las especies con actitudes particulares al abordar la muerte son los primates, especialmente los chimpancés, ya que “cuando pierden una cría la madre la lleva con ella de viaje y a los puntos de agua durante más de dos meses, esto porque no asimilan que se han ido”.
A pesar de que el profesional destaca que no debemos atribuirles capacidades o sentimientos humanos, para él es “un comportamiento alucinante”. En el caso de las mascotas, resalta que tienen una gran capacidad de empatía.
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