En un instante, una mala decisión guiada por la ira significó un antes y un después en la vida de Will Smith, el actor estadounidense, quien siempre sobresalió por su gran trabajo frente a las cámaras, su alegría, calidez y buen humor.
El primer Óscar a mejor actor protagónico que obtuvo Will Smith se vio empañado tras la bofetada que le propinó al comediante Chris Rock, el pasado 27 de marzo, en una historia ya conocida y desde ese momento el intérprete, de 53 años, cayó en desgracia.
La lluvia de críticas por parte del público y de sus colegas, seguida de la cancelación de varios proyectos que el intérprete de ‘En busca de la felicidad’ iba a protagonizar, lo llevaron a un colapso por estrés y ansiedad, razón por la que él mismo tomó la decisión de internarse en un hospital para recibir ayuda psiquiátrica y aprender a manejar su ira, según confirmó el diario británico The Sun.
Aunque Smith ofreció una disculpa pública y renunció a la Academia, aún falta que el próximo 8 de abril la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas interponga sanciones al artista como impedir que sea elegible para futuros premios o vetarlo de próximas ceremonias de los Óscar.
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