A Valentina Castro, una joven oriunda de Tumaco, Nariño, la vida le dio una gran sorpresa: pasó de hacer trenzas africanas para ganarse la vida a desfilar en Europa la ropa diseñada por Louis Vuitton , una de las casas de modas más importantes del mundo.
Valentina, de apenas 18 años, venció la violencia que históricamente ha azotado a su territorio y hoy es todo un testimonio de vida. Su espigada figura, imponencia y fuerza la llevaron a las más importantes pasarelas de Europa.
“Me escriben a mi página de trenzas y me preguntan si me gusta el modelaje, que si quiero saber más sobre el tema. Tuvimos comunicación y todo fue por medio virtual”, aseguró Valentina Castro.
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Aunque su mamá, al principio, se mostró escéptica y manifestó que era un gancho para caer en trata de blancas, la joven siguió su instinto.
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“Hubo personas investigando, también tuvimos abogados. Fue una decisión difícil porque mi mamá no quería. Ella no me hacía caso, nunca estuvo confiada. Solo lo hizo porque le dijeron que yo ya tenía 18 años y que podía viajar sola”, narró la joven.
El 5 de febrero de 2023, las dos, incrédulas en el proyecto, tomaron por primera vez un avión para salir de Colombia y empezar con el tema del modelaje.
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“Hablé con mi mánager y otras personas de la agencia y les dije que ella quería viajar conmigo y dijeron que sí, que no había problema. Cuando llegué a la agencia, me sentí muy confiada de la vibra de mi mánager. Sentí que todo era verdad, que querían que yo aprendiera rápido para alcanzar la temporada”, recalcó Valentina.
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Fueron 10 días de intensa preparación. Dormía poco, comía menos y a veces lloraba mucho, pues la exigencia era agobiante. Tras dos semanas, su mamá tuvo que volver a Colombia y separarse fue un momento muy difícil.
“Comía ensaladas y pescado, o solo carne sin grasa. De desayuno era jugo verde y fruta. Tomaba como 10 vasos de agua al día. Estaba asustada, escondía mi pasaporte y todas mis cosas”, contó.
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Tras cientos de videos y fotos de los ensayos logró estar lista para desfilar en la pasarela en París: “Cuando me conocieron, me pidieron reforzar la caminada, que fuera más fuerte y con la cara relajada. Los brazos dejarlos quietos”.
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Aunque no hablaba ni inglés ni francés, una buena actitud y empoderamiento fueron factores fundamentales para entenderse con las otras modelos. El 6 de marzo de 2023, el museo de Orsay brilló con la pasarela de esta tumaqueña.
“Estaba muy nerviosa, pero cuando salí a la pasarela me sentí maravillosa, una diosa, deslumbrante. También estaba batallando contra mi mente”, acotó.
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Después de este proceso, Valentina se convirtió en modelo exclusiva de Louis Vuitton y de la mano de esta marca recorre el mundo. Hace poco estuvo en Corea del Sur y, mientras termina su bachillerato, espera el próximo llamado.
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